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Channel: BTT EN ASTURIAS.
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VUELTA POR LOS ENTORNOS DE LAS UBIÑAS EN BTT

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Punto de Salida y Llegada: Tuiza
·         Puntos de Paso: Puerto de la Cubilla,Casa Mieres-Villagursán-San Emiliano-Pinos-Casa Mieres. Collado Terreros- Meicin
·         Longitud de la Ruta:  40 Km
·         Horario de la Ruta. 6 horas
·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso:  1462 mts
·    Participantes: Javier Dolado, Noelia Rojo, Albano Capezzali, Javier Paredes,  Vicente  y Víctor Guerra

·        TRACK DE LA RUTA WIKILOC
·         FOTOS DE LA RUTAS              FOTOS JUAN PIÑERA 
Hace ya tiempo que queríamos acercarnos a los entornos de las Ubiñas, y la idea inicial era dar una vuelta completa a las Ubiñas y los Huertos del Diablo, pero digamos que el tiempo y las fuerzas las tenemos todavía algo justas, por lo cual viendo que había incorporaciones que podían sufrir por tener que portear la bici, decidí alterar la ruta, y sin salirnos del guion nos plantamos en los entornos de las Ubiñas.

Los mejores accesos a las Ubiñas para la BTT son San Emiliano y Tuiza, este último destino muy de moda pues como está encima el tema de la Vuelta de España, que ahora va por montes y caleyes, pues allá nos fuimos, a Tuiza.

La subida en coche desde Campomanes hasta Tuiza dan do tumbos, a modo de buen caleya, supongo que para la Vuelta les dejaran a los de la zona la carretera tapizada. Pero lo dudo, rebacheos y demás..

Llegados a Tuiza, un buen parking para dejar los coches y tras sacar las trotonas, descendemos desde Tuiza para tomar el desvío hacia el Puerto de la Cubilla, pues son unos 11,5 kilómetros de subida   que se fueron haciendo de forma confortable, con unas buenas vistas sobre la Cordal de la Almagrera y las Navariegas, con todo el valle que de derrama hacia El Campo  y Riospasos.



La subida se hace de tranqui y si mucha penosidad pues el puerto desde Tuiza no se hace pesado y pronto logramos quitar de en medio los casi 12 kilómetros de subida.

Tras llegar al Puerto de la Cubilla nos vamos a la derecha nada más cruzar la portilla, o sea hacia la ubicación de Casa Mieres hoy todavía cerrada  como tal venta de trajineros y arrieros procedentes de la Babia.

En Casa Mieres, lo normal es o irse hacia el Collado Terreros  o directamente hacia San Emiliano tirando hacia el Noroeste por La Corva y por encima de la riega de Rosapero  para doblar en Las Tabladas pasando al lado de los chozos de pastoreo de El Cuetu  camino  Las Melendrosas.




Camino este que es un sendero o trocha de ganados, con firmes de compactación que obligan a distintas maniobras técnicas a la hora de circular por ellos, pero si bien tiene esa dificultad en contraposición tienen esa sensación de libertad de escoger la mejor trazada, sin herir los pastos en donde relajadamente pastan vacas y caballos .

A partir de Las Melandrosas el camino se pierde   pero la referencia es más clara pues el gran valle babiano que baja del Puerto Ventana por Porcinera  y Torrebarrio nos deja orientarnos, aunque vemos la pista para coger  dirección al valle, no así el pueblo al que vamos  Villargusán, con su iglesia dedicada a la Virgen de las Nieves y que es el pueblo con menos población del valle de San Emiliano, y pese  a eso  en el siglo XIX tuvo preceptoría donde se enseñaba latín y humanidades.

  

 «Yía un pueblu muy pequenu, el más pequenu de babja dabasju. Esta metidu en una valle apretáu en direición a penubina. Pricipia el valle en beiga fundaca, la veiga que sigue a la de ariba de kandemwela, ya empieza cun dus cuestas: la de morku, suave, sin piedras y cun muy poucas, ya la de bisacabe, chena de peñascus blancus» " El habla de Babia y Laciana" de Guzman Alvarez).



Dejamos en buen pueblo que habita en su soñolencia babiana bajo la atenta mirada de Las Ubiñas y los picachos de los Huertos del Diablo, y nos vamos por su acceso rodado hacia el eje que une el Puerto de Ventana  con San Emiliano, dejando a la altura de Candemuela, la Iglesia de Santiago que marca otra vía de penetración peregrina hacia San Salvador marcada por la Venta ermita de Procinera y la ermita de Trobaniello.

Tras rodar unos 24 kilómetros intenso y muy bonitos nos hallamos en medio del pueblo de San Emiliano, donde nos tomamos una cerveza y unos bocados antes de volver a la brega de las trotonas de rueda gorda.



Tras ello,  de nuevo nos ponemos en movimiento, ahora toca subir de nuevo hacia Casa Mieres, y lo hacemos a través del trayecto que jalona la población de Pinos,  donde concluye el acceso rodado dando lugar a una pista que se deja ciclar muy bien y que se abre paso de la riega Alcantarilla, hasta desembocar de nuevo en  las praderías de Casa Mieres..

Ahora toca de nuevo ciclar por tierras de pastoreo, subiendo desde la misma Casa de Mieres  hacia el Norte abriéndose paso por la Vega de Candioches, pasando al lado de la Fuente de la Hoya, las praderías dejan paso a tramos de porteos, como el que deja el paso del Río del Valle de Riotuerto para seguir la llamada Senda del Pan hasta poder vira de nuevo al Norte, pues el anterior vega el track nos llevaba orientación Noroeste.




A partir de las praderías de El Ronzón, el camino enfila en subida por entre Ubiña Pequeña y el Puerto de Cerreos, hacia la Collada o Alto de Terreros, (1.886 mts altt)  tras cuya alambrada de separación de las lindes astur-leonesas  se encuentra, tras haber rodado 37 Km, el Refugio del Meicín, eso sí, 400 metros más debajo de desnivel y con de 1,5 km de longitud.


Una pena que la niebla nos quite la visión de la gran bajada, que se puede hacer. In pensarlo mucho, bajo sillín y encaro con la Yeti ARC el valle abajo,  con una inclinación brutal, si encuentro un agujero llego al refugio volando. Sigo bajando mientras Noelia nos pide reagrupamiento pues no se vé ni para cantar, el grupo baja por la trochas ganaderas hasta poder ganar al final todos el Refugio del Meicín  en medio de una atroz niebla, que al poco se quitó para dejarnos la bella estampa de la larga pradería por la cual hemos bajado.



Tras un descanso, queda la parte final, el camino que va desde el refugio del Meicin hasta el mismo pueblo de Tuiza, no es mucho tramo , pero si que puedo asegurar que es intenso. Desnivel nos es que tenga mucho , y la longitud como de unos 2,5 km, pero es un camino que tiene sus saltitos, tras el cual se llega sin m muchos más problema a Tuiza, fin de un  trayecto bonito e intenso.

© Victor Guerra

LA BABIA. OVEJAS y MASTINES.

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Punto de Salida y Llegada: San Emiliano
·         Puntos de Paso: Pinos-Casa Mieres-Las Bachotas- Caldas de Luna- Robledo de Caldas-Villafeliz de Babia
·         Longitud de la Ruta: 49 km.
·         Horario de la Ruta.  7 horas
·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.549 mts
·         Participantes: Javier Dolado, Javier Riestra-Juan Pîñera-Noelia Rojo-Víctor Guerra


Lo cierto es que La Babia tiene su encanto, tire uno para donde tire, la ruta que hicimos la semana anterior  por Villagursán,  o el subir a La Verde a ver las hidalgas, las ovejas merinas de Extremadura.. o rodar por el valle babiano no tiene precio…etc.

Por tanto, como nos tira la tierra y sus recorridos, de nuevo nos pusimos en San Emiliano esta vez con los coches, para tomar yan central población como punto de partida de nuestra ruta que de nuevo tiene como objetivo subir a la Casa Mieres.


Un tentempié en San Emiliano, y a las trotonas para subir con calma y buena temperatura a la vera de la riega de la Alcantarilla, primero por asfalto hasta la localidad de Pinos, donde se impone una foto de grupo, para de nuevo ponernos sobre la bici e ir cubriendo hasta el Alto de la Cubilla  o Alto del Palo, los 7 kilómetros que hay  y los 400 mts de desnivel que nos impone el recorrido


Una trotada en plan suave para coger temperatura en los perniles, lo que hacemos a buen ritmo pues en una hora ya estábamos ante la Casa Mieres, y rodeados de vacas, con ausencia de sus propietarios, que cuando la Casa Mieres estaba abierta pues esto era un hervidero de ganaderos, hoy debido a los conflictos de pasto, de unos y otros, pues la Casa de Mieres está cerrada y la zona está más bien solitaria.



Tras recoger agua del manantial, seguimos trotando ahora por asfalto para coronar el Alto del Palo o Puerto de la Cubilla, donde se impone otra foto institucional. Proseguimos por tierras leonesas hacia el Este estirando el rodar por la pista que va a la Majada Vieja, yendo por debajo de la Almagrera, cuando se deja el collado por encima del de Rodriguero, se abandona la pista para irnos a buscar, ahora por tierras astures el paso de Muñón del Agua, ya metidos en los Puertos de la Bachota o Ballota, pasando por la estrechez del Agua.


Muñón del Agua nos impone un primer porteo hasta alcanzar la linde provincial que se delimita con un cierre de alambre de espinos. Nos encontramos con un ganadero y sus vacas, pero no está el horno para muchos bollos, y tras unos saludos, cada uno a lo suyo.

Lo nuestro, pelear por el valle de la Mucherona hacia la Majada de la Cazurría, viendo por donde mejor rodábamos pues las zonas enfangadas son terribles, al final llegamos a Prado Pozo, dejando la pista por la cual luego vendrán los de Ciclando Asturias, en un atajo hacia Villafeliz

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Las vacas están rabiadas, y nos miran con ganas de arrancarse, Dolado que es como el miedica del grupo, ya dice de virar por encima de Prado Pozo tomando el Valle del Cubil, que era los previsto, pero dejando el rebaño de vacas berreantes a una distancia prudencial.

De nuevo la subida al Cubil hacia la Collada Cacabillos, nos impone pese a que hay trazas de camino antiguo, la pendiente nos obliga a tirar de la trotona ladera herbosa arriba, bien dando pedales…, pero  la mayoría del tiempo llevando esta del ramal.

En el collado, se impone una parada  contemplando el valle y la cumbre del Negrón, tras ello enfilamos valle abajo, entre brezos y escobales, buscando el fondo del valle, donde debemos virar al Sur, en eso estábamos con la vanguardia en cabeza de Dolado y Riestra, que pronto se dieron la vuelta perseguidos por una razzia de  perros, pues en el recodo del valle nos topamos con el rebaño de ovejas merinas, encerradas en el corral, y con la ausencia del pastor, los perrillo se nos echan encima, mientras los mastines ladran desde sus posiciones.



Salgo tras ellos para para la estampida canina, lo que le deja a una distancia prudencial, pero nos obliga dado que no está el pastor, a una rodeo, abriéndonos más al Este  y luego virar al Sur, cruzando las zonas anegadas por la riega de Cacabillos, y a cierta distancia del rebaño, se impone el silencio marcial y me proveo de unas piedras, no vaya a ser que haya alguna sorpresa.



El tema del rebaño, nos ha sacado del itinerario y nos obliga portear por entre las zonas fangosas de Cacabillos  hasta poder coger la vereda por debajo del Negrón. Camino también bastante roto que nos obliga a montar aquí para bajarnos allá. En esas vemos al pastor subir por la vereda de enfrente. Es domingo y se fue a por sus vituallas.

Lo cierto es que es un peligro dejar tanto perro suelto en pleno paso caminero, pues la zona además de ser terreno de senderistas está marcada como BTT, aunque dichos postes, no sabemos de donde viene o hacia donde van, pues los encontramos en los sitios más extraños y deben ser Asociación está en Babia.. pero jodidamente mal este tema de la señalización de BTT.



Al final damos con el enclave de las pistas, donde un ramal va  la izquierda  hacia la cumbral que baja del Negrón, y por cuya traza  pasa a unos metros de profundidad el túnel del Negrón, por nuestra parte bajamos por el ramal derecho, pudiendo ver las cabañas de Cacabillos, y cuya pista nos lleva a la Vega de Carrió, o sea a la boca Sur del Negrón , damos la revuelta por debajo de la A-66 para encarar la entrada al pueblo de Caldas de Luna y su coqueto balneario con la aguas procedentes del manantial de Fuencaliente, aunque el pueblo recibe aguas de varios valles.

A Caldas llegamos ya con 24 km rodados  y a eso de las 14,30 horas, buena hora para un aperitivo, pero salvo en el Balneario no parece que hay donde, y aunque quedan bastantes kilómetros. Seguimos carretera adelante hacia el final del valle hasta Robledo de Caldas con su iglesia dedicada a San Salvador, señal de buen paso caminero.



Ahora queda volver a los trazados de tierra  para subir por Cueto Ferrao  acompañados de la riega Encubierta hasta ganar La Collada, desde donde vemos a lo lejos del Puerto del Cubil, las ovejas moverse, obviamos la pista que nos lleva de nuevo a la majada de Cazurría, y cogemos la pista cerrada que va hacia  Campolamoso  y desgarbada de firmes, por tanto abandonamos la pista y no vamos la pendiente herbosa abajo, hasta entroncar con la pista más abajo hacia la Retuerta, el camino viejo es un desafío trialero, y se hubo paso caminero desde esta zona hacia el Puerto de la Cubilla.

En este recorrido vamos cerrando la vuelta  sobre  la gran mole que preside la zona como es el Pico Cirbanal, que presenta  diversas estampas de muy diversa índole, bien se vea su cara Norte  o su cara Sur.

Son bonitos e intenso estos encares de las pendientes abajo, me da mucha seguridad con la Yeti Arce, se baja el sillín y pendiente directa abajo, los demás van haciendo sus pinitos.



La pista nos deja ante el valle de Campolamoso,  y debemos subir al collado del mismo nombre, subida suave que a estas alturas con el calor hacemos empujando la bici, hasta ganar el Collado de Campolamoso, pudiendo ver la gran vega del Valle de San Emiliano , aquí dejamos de nuevo la pista  que va por debajo del Negrón de la Cubilla , buscando el fondo del valle que en otras épocas se llena de aguas y fango, pero está seco o medianamente seco, 

Esto nos permite irnos ladera abajo para entrar por entre los estrechamientos  que dan paso al Puerto de Las Matas,  nos encontramos con las huellas por entre el herbazal de los de Ciclando Asturias,  y nos vamos dirección Oeste por las Tierras del Puerto donde la pista se hace más evidente y que nos permite bajar en un santiamén  al pueblo ovejero de Villafeliz de Babia, con la suerte en el corral de  Las Matas  no estaban ni las ovejas ni los perros….. o sea que felices como perdices.


 Ya en Villafeliz pasamos por delante de su iglesia dedicada a Santa Eulalia de alta consideración en las tierras astures , y doblamos una vez dejamos el pueblo a la derecha para tomar el cordel babiano que pasa por Candaneo y que nos deja en un pis-pas en Puente Orugo y luego ya dirección Norte, ya por asfalto, hasta concluir de nuevo en San Emiliano con 49 km  y llegados al borde de la barra del bar donde se impone unas refrescantes birras a eso de las 6, 15 horas.

© Victor Guerra

POR TIERRAS DE LAVIO CON LA «FLAVIUS»

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  • Punto de Salida y Llegada: Lavio
  • Puntos de Paso: Socolina- Colniella-Pende-Brañasivil-Venta las Cruces-Pico Aguión-Buscabrero.
  • Longitud de la Ruta: 35 km.
  • Horario de la Ruta. 4,30 horas
  • Desnivel acumulado de ascenso y descenso:  1.051mts.
  •  PARTICIPANTES DE LA RUTA Noelia Rojo, Juan Piñera, Marcos F. Cernuda,        Javier Dolado,  Jose Ramón Natal  y Víctor Guerra
TRACK DE LA RUTA


FOTOS 

 Un año más acudimos a las tierras altas de Salas para cubrir una curiosa ruta denominada Flavius, debido a la existencia en tiempos romanos de un centurión romano que pululó por estas tierras norteñas.



El primer acercamiento que hicimos en el mes de abril de este año, con un tiempo espléndido fue apoteósico, en la ruta y en las pots-ruta, esta se sobrellevó como se puedo pues la tertulia llegó a las 10 de la noche, no sabiendo por donde salir del pueblo de Lavio a esas horas. Aunque si uno sale de noche del laberinto de las cuatro calles de Lavio y baja al valle seguro que llega sin más problemas a casa.

Eso es Lavio y sus gentes y allegados. Por eso y por más cosas nos vamos a Lavio cada año, pues no en vano La Flavius lleva 6 años apostando porque la BTT tenga presencia en sus calles y montes.



Una ruta que parte del recoleto pueblo de Lavio, y se desarrolla por entre las tierras vaqueiras y xaldas, primero por un tramo asfaltado para luego echarnos al monte, del cual bajamos tras unas horas de pedaleo por cordales y cumbrales y faldeando un buen rato también por en medio del enredado trazado de los centuriones de Lavio.



De Lavio se parte a la orden del Centurión Flavius, que custodia y vigila desde la primera hora nuestras deambulaciones mañaneras, y ya cuando al final nos consigue poner en fila nos da la salida que hacemos desde la Capilla del pueblo por la carretera que va a Socolina enlazando de este modo con el pequeño núcleo la Colniella, todo por asfalto y en plano.

Como es ruta de inspección vamos agrupados y en comandita hasta el desvío a los casi que 6 km para tomar en subida, ¡que raro¡  por la Pena el Cueu  y por Peñón  y  Los Chanos se remonta  el Alto del Trascueto, punto ideal para tomar resuello y  punto de reparto de flujos.


 Hasta ahora hemos ido al Norte, pues en La Faya nos vamos rumbo Sur bordeando la Pena Cincuqueisos para llegar a las Feichinas, virando tras descender unos metros para ponernos mirando de nuevo al Norte y gana la aldea de Pende, de nuevo un tramo pequeño de asfalto cogiendo con un amplio camino que va por encima de la carretera de Pende a Faedo.

Nuestra ruta va en paralelo, pero unos 100 mts más arriba, ceñidos a la ladera y pasando por El Cacéu y la Brañasivil hasta culminar en la Venta de las Cruces, en dicho enclave caminero estaban estas viejas posadas, que darían para una vieja novela si fuéramos más amantes de lo nuestro, estos alojamientos jalonaban el antiguo camino ganadero y peregrino que iba a Canero. Trazado por el cual estos escapaban estos últimos, los peregrinos ante las malas condiciones climatológicas en que estaba el llamado Camino de Galicia, conocido como Camino Primitivo que atravesaba el Puerto del Palo.

Pues bien estos peregrinos sino se habían ido por Cornellana hacia Pravia para coger las Costa,  lo hacían aquí   en  Salas o en la Espina  y ya camino de la costa astur-galaica retomaban este trazado en Canero rumbo a Vegadeo y doblar luego al interior pasando por Mondoñedo.


A esta ruta de la Flavius  acuden año tras año los ciclistas, pues son trazados sin muchas pendientes repechiles, con espacios  muy abiertos para lo bueno y para lo malo, pues con tiempos benignos ¡Genial ¡pero con mal tiempo ¡hay madre...¡ que diría Rafa Lorenzo.

 Una vez llegados a la Venta de las Cruces, y su solitaria casona, con 20km de rutase, y entretenido por las aventuras que me va contando Marcos Cernuda de sus andariegas azañas repartiendo con su güelu y el mismo la correspondencia de la zona.

 En las cruces se gira al Este  dejando el valle de la Espiniella  y poniendo ruta por debajo de la  cumbre de los eólicos por el Monte de la Antigua, pasando por delante de las ruinas del Hospital de Faedo, y   por debajo de la cumbral de la Sierra de Cusricao el rumbo Sur para volver por debajo de las Penas del Obispo, ya en la Sierra de Curiscao hacia la venteada atalaya del Pico Aguión, antes damos vuelta al Picu Tucumbreúde para d este modo pasar por la vertiente noroeste del Aguión dando vista a la famosa sierra y braña de Brañaivente  esta última ya abandonada.



A la otra vertiente al Oeste la famosa Venta Carlones la cual comunicaba con otra no menos famosa como era la Venta las Gallinas.

Pero nuestra ruta que va ahora rumbo Sur retomando el cumbral del Curiscao, hoy sembrada de eólicos, para girar antes de las Penas del Nubléu, en Penaredonda y tomar ya en bajada hacia las brañas vaqueiras de Buscabrero con 31 km.

Aquí se acaba la fiesta de las bajadas para ir hacia Buscabo subiendo y  dejando los tramos asfaltados  tanto por arriba como por abajo para ganar de nuevo el Alto del Trascueto,  y  poder bajar de forma definitiva por Las Feichinas de nuevo hacia Lavio.

En suma, una ruta que se construye en base a un par de amplios bucles, uno hacia el Oeste y luego otros sobres las tierras más al Este, con el pico Aguión de referencia. Cuestiones que enredan un poco al personal ciclista en el sentido geográfico, pero que aportan una total visión de los profundos valles y altas sierras que conforman estas tierras entre Tineo y Salas, abiertas y afables que cada año nos muestran su cariño con una comida al par de la Capilla de los Santos Justo y Pastor, al calor del vino y el buen chosco.

Fotos de Victor Guerra, Marcos F. Cernuda, J.R. Natal, Juan PIñera 

© Victor Guerra

Por la Ruta de Carlos V en Villaviciosa

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Por la Ruta de Carlos V en Villaviciosa
• Punto de Salida y Llegada: Villaviciosa
• Puntos de Paso: Amandi- Grases- Niévares- Alto la Cruz-Venta las Ranas-Liñero- San Martín-Bedriñana
• Longitud de la Ruta: 39 km
• Horario de la Ruta. 4 horas
• Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1000 mts.
Participantes. Javier Dolado- Luis Roza- Ruben Bardera  y Albano Capezzali.



Villaviciosa ofrece una gran cantidad de recorridos, todos ellos de muy variada y diversa naturaleza en cuanto a paisajes y dificultades técnicas.



Uno de ellos discurre por la nueva ruta que se ha articulado en recuerdo del viaje de Del Duque de Gantes, el que sería flamante emperador conocido como Carlos Iº de España y Vº de Alemania que en su viaje hacia Las España terminó desembarcando de forma accidental en Tazones, motivo que nos servirá para conformar una interesante vuelta por las tierras norteñas del Concejo.

Nuestra ruta parte de Villaviciosa tomando como referencia las marcas del Camino de Santiago que pronto nos sacarán a la parroquia de Amandi, transitando por la senda fluvial hasta salir al cruce con la AS-113 a la altura de La Parra, un tramo por este eje, para desviarnos hacia los predios de la VV10, hasta llegar a Casquita.


Aquí se  prosigue por el Camino jacobeo ramal costero a Gijón, siguiendo al poco por camino  que pasa por el puente del Mayorazu,  donde se dejan las marcas jacobeas para seguir por la derecha siguiendo las marcas azules del Camino de Covadonga, las cuales suben a Grases de Arriba y entroncar de nuevo con la VV-10 que se deja tras dejar atrás el Viaducto de la Autopista, para tomar el camino  que da la vuelta a la finca del Puelu, con la vista y la referencia del Palacio de Niévares, bajo el cual pasaremos en unos instantes.


Ya en Niévares, ahora queda  el objetivo de ganar el Alto la Cruz, que bien se puede hacer por el trazado jacobeo que nos obliga a empujar la trotona, o subir por la alternativa ciclista, por carretera desde  el mismo cruce de Niévares, para después virar al Sur y ganar el Alto la Cruz, por mi parte propongo una novedosa alternativa, ir hacia la iglesia de Niévares yendo hacia el Oeste y ganar la aldea de Turbeño, en cuyo punto  arranca una dura subida hormigonada que nos arroja estupendas vistas sobre el valle villaviciosino, desde Valdediós hasta la playa de Rodiles.


La subida hacia la Casa del Ruan se hace durilla, aunque es una subida toda ella de hormigón. Al llegar al desvío de Ruan, se gira  la derecha y la cosa se suaviza  pero nos permite subir hasta la carretera local VV-8, donde se toma el ramal izquierdo  hasta el Alto La Cruz, que da acceso al valle de Peón, ahora  ya solo restará bajar un poco por la vertiente de Peón  hasta el desvío hacia el Área Recreativa, dando vuelta al pico Curiella,  y ya por el Llano del Cañéu, rodando medio en plano pasar al Alto de Forcos, para de este modo emprender una bajada hacia la aldea de Cañéu.

Tramo sin mucha complicación, salvo algunos metros, pero nada significativo, tras la impresionante vista que nos ofrece la zona sobre la rasa costera, esta bajada nos da acceso por carreteras locales al núcleo de Venta de las Ranas, a donde se llega rodando un tramo no muy largo por la N-632.

Desde la Venta de Las Ranas, de extraño sentido toponímico, todo el mundo pregunta si ¿ Es que había ranas en la zona o se vendían en la famosa Venta que presidía el lugar? se parte al Este,  fuera como fuese nuestra ruta de no tomar al Norte por Careñes y  ya en el borde marítimo girar al oeste para cruzar por la Playa de Merón  y circular luego por Argüero hacia Tazones, lo que ya supone más kilómetros y desnivel, y más dificultad, por nuestra parte seguimos  por la AS-256, rumbo Este hasta el PK. 21 de nuestra ruta que se sitúa más o menos  a la altura del enclave Camino Real, ó sea un buen tramo por la orilla de las AS-256, luego llegado al giro se da  la espalda a la Ermita de Santiago, jalón importante del viejo camino de Santiago que desde Bedriñana subía a San Justo y por Venta de la Ranas y Arroes ganar la plaza de Gijón para seguir por la Costa hacia Vegadeo y Mondoñedo.



En este enclave, como digo se gira a la izquierda, cruzando la carretera y  yendo hacia el Norte para alcanzar el cruce de Manzanedo, donde de nuevo giramos al Oeste, hacia el lugar del Cabritón, pasando ante  finca con sus peculiares símbolos masónicos en el cierre de una portilla, que en su momento mandó construir el concejal y republicano Concejal del Ayuntamiento de Villaviciosa, que venido a su casa después de un largo exilio en Costa Rica, pues no tuvo más ocurrencia que colocar dichos símbolos.

Desde el Cabritón se sigue por los carretiles para llegarnos a a la altura del lazareto de la ermita de Santa Eulalia de la Lloraza, lugar donde los de pelagra, descansaban o entregaban su alma..


De nuevo en la trotona se sigue al Oeste por la trama de carretiles asfaltados hasta desembocar ante  el eje asfaltado, VV-5 , ante el se gira a la izquierda para ir dirección Noreste por Piedras Blancas, carretera que nos llevaría directamente al pueblo de Tazones, pero a la altura de Viadi,  punto de la ruta  28,5 km, abandonamos el citado eje  para entrar por pequeños carretiles asfaltados que nos ayudan a cruzar la zona hacia la aldea de Liñeru, donde se empata finalmente con el trazado que se supone fue el que utilizó el Duque de Gante (Carlos V) para llegar a la villa de Maliayo, el cual  ha sido señalizado como PR.AS-302.


En Liñero se da vista a la ancha entrada de la ría de Villaviciosa,  y tras contemplar el paisaje se vira al Sur para bajar por tramos asfaltados y hormigonados hasta la aldea de San Martín, desde aquí el camino sí que obvia los tramos asfaltados y se vuelve más rural, pasando por puntos con interesantes  vistas y paisajes que podemos ver desde la propia senda muy cómoda y abierta, la cual  pasa por Llancín  y el Palacio, desde cuyo punto el trazado nos devuelve a la carretera de AS-256, que se cruza para entrar hacia la parroquia de Bedriñana, empatamos de nuevo con el viejo camino jacobeo abandonado que subía hacia la Venta del Arenal  para ganar la Venta de Las Ranas.

Nuestra ruta cruza toda la parroquia de Bedriñana, hasta llegar a lo alto en el cual se sitúa el templo parroquial dedicado a San Andrés, en la subida nos encontramos algunos puntos interesantes para contemplar todo el valle villaviciosino, y como no la ría y sus singulares puntos a observar como los Porreos de Cabanilles o el Molino de mareas de la Enciena, único en su especie y conservación en Asturias.


Se baja pues de Bedriñana en rápido descenso para entroncar de nuevo con la carretera AS-256 entrando de nuevo en la villa de Maliayo, tras una estupenda ruta de no mucha dificultad, salvo la subida de Turbeño, y tal vez la bajada hacia Cañéu, por lo demás una sin muchos más problemas, que tener tiempo para disfrutar de las impresionantes vistas.

@Victor Guerra

Celebrando con ASTURCÓN sus 30 años Rodando por Riosa

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Foto de Rubén Patricio Galbon
  • · Punto de Salida y Llegada: RIOSA
  • · Puntos de Paso: Villamir-Lugar de Arriba-Otura Los Llanos-Porció-Muriellos
  • · Longitud de la Ruta: 24 km.
  • · Horario de la Ruta 4 horas
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.106 mts

Si hay un club decano en Asturias dedicado a la actividad ciclomontañera ese es Asturcón BTT, el cual  que fundé con ayuda de otros amigos en 1988,  todos cobijados bajo la marca Oxigeno, tienda en la que nos atendían Jame, Eloy y Pedro, y cuyo desarrollo como club  de BTT a lo largo de todos estos años, ha marcado un hito y una forma de hacer las cosas dentro del panorama de actividades ciclomontañeras de la región astur.


Durante algunos años fui su presidente, los años duros de los comienzos, luego otras ocupaciones se llevaron lejos, y el regreso a los predios asturcones, con las nuevas avalanchas del quehacer endurero y otras pesquisas hicieron que surgieraBTT ASTURIAS, con igual o parecida vocación a la primigenia, lo cual no quita que de vez en cuando nos veamos en actos conjuntos, o en invitaciones de aniversario como fue el 25 Aniversario y esta cinco años más tarde.

Como tal aniversario no se cumple todos los años, se nos convocó a una ruta conmemorativa que tuvo como escenario los territorios de Riosa.

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No es que la zona sea facilona, pues su orografía la hace exigente, pero las vistas y los balcones sobre la sierra del Aramo, y la mítica subida del Angliru, son excepcionales y aprovechando que algún activo socio es de la zona, se encargó en comandita con otros miembros del Club de organizar la jornada, y como tal se nos convocó para una ruta aniversario en Riosa.

Nos conjuntamos pues en Riosa una buena caterva de bikers, entre socios e invitados, entre los que pude saludar a Ricardo Mojardin, a Raúl, Fierros, Ruben Patricio tan atento como siempre al igual que Dani (Aire), conversar con los factótum Javier Gómez y el presi por excelencia y ad vitam Cesar Lafuente, a los incombustibles Chaves y Verdes, y cruzar las clásicas chanzas con Paco…y saludar a otra referencia, en este caso femenina como la venezolana Sugeins., o como Raquel ... Una jornada intensa donde los protocolos no parecieron muy nítidos, pero ideal para la confraternización biker..


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La ruta partió del Polideportivo de Riosa, y como no pudo ser menos salimos en rampa lo que nos llevaría en un primer momento por la carretera RI-1 que sube hacia el núcleo de La Xuncar, para dejarla al doblar hacia la aldea de Villamir, a esa temprana hora ya había gente por el pueblo para ver la culebreante hilera azulona de Asturcón, atrás quedaron otras apuestas de equipación, que fueron punto de disputa y bromas de diversa naturaleza, que en parte definió mi separación de Asturcón BTT, aunque siempre me sienta como tal.

La ruta una vez se deja Villamir entra en un punto que prosigue rumbo Norte, tomando para rodar un plano minero, que nos ofreció un bello sendero que se coloca a cierta altura sobre el valle, mostrando no solo el valle sino también la el enclave donde durante siglos se guardaron las reliquias astures, estamos hablando del Montsacro, las cuales se hayan en la Catedral de Oviedo.


Concluido el tránsito del pasaje minero, con una parada en un mirador al uso sobre el valle, rodamos un poco más para dejamos caer hacia el Oeste y dando vista a la esbelta sierra del Aramo, yendo valle abajo camino de los núcleos de Lugar de Arriba y de Abajo, ubicados en lo fondo del valle, punto donde se cruza la AS-231, para situarnos en tierras morciniegas, y subir por la MO-4 por Otura hasta Los Llanos, por medio de intensos repechos.

La bajada sin muchos problemas, aunque pindia, aunque con cierto mosqueo por los descendedores que a todo trapo se echaban abajo sin aviso alguno, más allá de sentir tras las orejas el crujir de piedras y neumáticos

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La subida hacia Los Llanos, nos pone en fila india a todo el grupo y sobre todo cuando se dejan los predios asfaltados para entrar en terrenos más rurales, caminos de tierras y hormigón, que presentan repechos importantes, los cuales vamos afrontando con calma y disfrutando del paisaje y del caluroso dia, de esta guisa esta dura escalada nos permite situarnos en La Forcá, altozana y verdosa atalaya que reparte vistas y contemplaciones varias, y donde me espera Ruben Patricio para hacer unas fotos.

Ahora la entra por viejos viales, de la locura del Angliru y su proyección mundial. Paseos enlosados cuando no están rotas las losas están cegadas por derrumbes de tierra, es increíble ver como se gastó el dinero público, nos perdemos por el laberinto de viales y termino junto con el compañero de escalada tirando de la bici por entre el bardial hasta salir de nuevo a la ruta que pronto nos coloca en la plaza pública de Porció, donde la organización montó un reconfortante avituallamiento para deleite de un nutrido grupo con mascaritos incluidos.



Tras el descanso la ruta toma la traza de los Anillos Ciclistas de la Montaña Central, los cuales diseñé en su tiempo para la Comarca Central, aunque hoy dicha infraestructura está en manos del abandono, cuasi total, ni se oye hablar de ellos, ni parece que se estén rodando de forma conveniente. Es lo que tiene esta Asturias nuestra, hacemos cosas innovadoras que tras trastear con ellos unos días se dejan abandonadas.

El trazado de la ruta comparte la subida hacía del Angliru, hasta ganar el desvío un poco ante de la Curva de Llagos, donde se abandona el duro eje que sube al Angliru para virar al Sureste, por un camino que se abre a la izquierda y que va hacia la Campa de Utiel, situada en plena Sierra de Muriellos, dando vista al valle de Riosa.


Se sigue bajando por el GR de los Anillos Ciclistas hasta el pueblo de Muriellos, donde ya el Anillo se interna hacia el Sur para buscar el enclave de Llamo y las zonas mineras de Rioseco y subir por La Golpeya hacia el Cordal de las Segadas.

Nuestra ruta asturcona del 30 aniversario, cambia de trazado y tras entrar en Muriellos se deja caer hacia el fondo del valle riosano, para de este modo entrar de nuevo en La Vega de Riosa, lugar de donde partimos no hace mucho tiempo.

Ruta corta y exigente dada la orografía, pero con unos excelentes balcones sobre las sierras y montes que cierran estos excelsos valles

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Tras la ruta una comida fraternal, con palabras de recuerdo por parte de los más viejos veteranos del Club, yo mismo, Javier Gómez, César Lafuente, y Jorge Alperi, tras lo cual un folclórico desfile con las diversas prendas que realizó el grupo fue articulando a lo largo de los treinta años de existencia, para concluir con un intenso y vibrante sorteo, sesión que se cerró con baile de gala y demás fanfarrias.

© Victor Guerra

Por Priesca y Fuentes en Villaviciosa. Vereda de San Salvador.

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Foto de Portada de Juan Piñera

·         Punto de Salida y Llegada: Villaviciosa
·         Puntos de Paso: Sebrayu-Selorio- La Rasa-Castiellu- La Llera-Priesca-Ganceu- Bayones- Coro- Fuentes
·         Longitud de la Ruta:  32,5 km km.
·         Horario de la Ruta.  4 horas
·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 976 mts
·         Participantes: Josías, Albano Capezali, Jose Ramón Natal,Iván Menéndez -Beni,Noelia Rojo-Juan Piñera y Victor Guerra

El concejo de Villaviciosa, guarda en sus entrañas tres hitos dedicados a San Salvador, a saber: Conventín de Valdediós, la iglesia de Priesca y la casi olvidada iglesia de Fuentes, y la ruta que hoy proponemos para recorrer alcanza a dos de ellos: Priesca y Fuentes.


Se parte de Villaviciosa dirección a su rasa marítima más oriental para lo cual tomamos el Camino Jacobeo dirección Este, o sea que hay que seguir las marcas en sentido inversos, las cuales nos llevan en dirección a Sebrayo.


Rodamos de manera cómoda con un ciclado tranquilo que nos va llevando por Tornón y el Fresno, hacia el poblamiento del Sebrayo, donde se encuentra el albergue peregrino municipal de Villaviciosa

Apenas si son  6,5km, de recorrido y una vez rebasado el alojamiento de peregrinos, abandonamos las marcas jacobeas para ir al Norte, para de este modo pasar por delante de una de las principales matas de bambú existente en Asturias, se cruza  de este modo el río Sebrayo para subir una empinada cuesta con un firme un  quebrado  que nos permite subir  hasta poder cruzar la  Nª 632 a la altura de Bárcena, en dicho punto nos vamos cruzando parte del  altozano núcleo  lo que nos permite a su vez descender hacia la aldea de Selorio, situada en la rasa costera que ocupan las playas de Misiego y  Rodiles.


Ya en Selorio nos entretenemos ante una gran casa, perlada de grandes estatuas de reyes astures representados en piedra, y coronada la representación con una portada románica también tallada en piedra, tras la contemplación de tan magnas esculturas nos vamos hacia las Escuelas Públicas de Selorio, que datan de principios de 1905,


Aquí el camino pasa por el lateral derecho de las escuelas para subir por el llamado Camino Sacramental del Carril y que va directo al enclave de la Cruz de Granda.


La subida de hace dura pero se transita bien por ella hasta pasar por una extraña ermita o  capilla de ánimas denominada del Carril, y tras ello aún nos queda en tramito hasta llegar al enclave de La Cruz de Granda con unos 10,2 km., recorridos.


Este punto fue importante puesto que por él pasaban parte de los antiguos caminos jacobeos provenientes de Lastres, que desde Santa Mera, donde hubo un hospital,  buscaban el valle de Priesca, no muy lejano se haya también la llamada  Vía Agripa, con su puente romano, el de la Llomba, pero hoy dejamos ambos inputs para irnos, en la encrucijada de la Cruz  a la derecha por una carretera que desemboca ante una plantación de arándanos, y cuya pista encharcad la cual se desarrolla en plano nos permite llegar en dirección Sur hasta el núcleo de La Rasa,  en cuyo tránsito vemos asomando la mítica cumbre del Sueve por entre las castañares del entorno.

Se cruza el pueblo para buscar ya por tramos asfaltados la Venta de Buenos Aires en plena carretera Nª 632, y pasando por detrás Casa Mery se sigue por el carril asfaltado que nos lleva a una franca bajada que desfila por delante de la Ermita de los Remedios, y que nos a lo fondero del pueblo de Castiello Selorio, (13,5 km).

Una vez antes las ultimas casas, ante una bifurcación en lo fondero del pueblo se gira a la izquierda para entrar en un carretil que a la altura del viejo hotel de Castiello pasa firmes de tierra y por el cual intentamos dar vuelta a la Sierra de Cual Mayor.



Es un trazado que se abre paso por entre el bosque misto y de ocalitos el cual se deja ciclar, pasando por  lugares como Llaviada, y que va dando vuelta al promontorio de Cual Mayor, hay desvíos a derecha e izquierda que se van dejando hasta entrar en una senda que nos permite llegar a los predios del recoleto territorio que ocupa la Casa de los Valles,  aquí digamos que las viejas trazas camineras, se van  difuminando aunque nos permiten con alguna que otra dificultad ganar el enclave de Los Valles.

La grupeta se divierte con el recorrido,  pues buena parte de la traza es nueva para ellos, y otros ni se recuerdan de haber pasado por estos lares, también es cierto que alguna otra vez que pasamos no había repartidos por el bosque tanto animal: urogallos, jabalíes, muflones, etc,, o sea figuras de madera que semejan la fauna astur y que se encuentran repartidos por el pequeño valle y preparados para una yincana  con tiro al arco.

En dicho tramo y empujando por algunos momentos la trotona alcanzamos la puerta de acceso al alojamiento rural de los Valles (15,5 km), De esta manera se toma el acceso rodado que por los repechos de la Gabia nos permite enlazar de nuevo el oficializado Camino de Santiago, justo en el enclave de La Llera, (16,7 km). Con respecto a este enclave, aunque un poco más abajo en Pernús fue donde Fortes Sanxiz, siglos ha donó  a la iglesia de San Salvador de Oviedo de varios moros esclavos,  cum sex mauros ir ea, junto con la iglesia del lugar

La Llera pronto deja ver su articulación como eje de la peregrinatio,  en este lugar  nuestra ruta vira  al Oeste siguiendo las marcas jacobeas  y tras subir unos metros pronto tenemos  una mediana bajada que nos lleva  hasta la impresionante  iglesia de San Salvador de Priesca (18 km), la cual  jalona una vez más las Veredas de San Salvador, que en territorio astur viene marcadas en cuanto a  la Vereda costera, por los enclaves  del monasterio de Celorio en Llanes  y de la iglesia de  Moru, en Ribadesella.

Al par de la iglesia nos vamos, no por el camino oficializado de Santiago, el conocido Camino del Norte, sino  por el viejo Camino Jacobeo ya abandonado, de este modo nos vamos por el carril asfaltado  que sale  por encima de la iglesia y que se dirige  hacia el lugar de La Prida, donde la ruta gira en  escuadra para tomar un naciente camino que pasa por delante de una cuadra de ladrillo que queda a nuestra derecha, para de este modo poder  bajar  por una traza caminera que nos llevan a la encrucijada de riegas, y en donde un viejo pontón medieval de gran porte y signo de los muchos tránsitos que debió de haber en la zona ya que desde él se puede subir hacia San Bras y Miravalles como hacia Cueli y Morillón.


Se cruza la riega de Ñabla para coger el primer camino que queda nuestra izquierda para pasar por debajo de un viejo árbol caído sobre el camino, lo que nos da excusa para tirar de trotona unos cuantos metros por este viejo camino jacobeo que poco a poco va ganando el altozano pueblo de Gancedo, o Ganceu, con tramos de duras rampas perladas de llambrias, que además dada la humedad hacen imposible subir todo el tramo montados, aunque el personal lo intenta.

Ya en Gancedo con vistas al cumbral de Priesca que queda ahora a nuestra espalda, quedando a  la derecha el faro radiante que preside toda la zona, como es la iglesia de Miravalles, es algo que siempre me ha llamado la atención esa impresionante ubicación cuyo templo de ve desde muchos otros lugares.


Se enlaza la ruta desde Gancedo a Bayones  por medio del carril asfaltado en un continuo tobogán que nos permite cruzar  la AS-330 por Bayones (22,4 km) y pasar por delante de su extraña casa, por las cabezas a modo de capiteles, en dicho lugar la amiga Noelia quedó impresionada por el esbelto Lebrel afgano que nos mira sorprendido, aunque eso lo digamos que estamos nosotros de ver tan elegante can en un pueblo como Bayones, donde por cierto en este puntos nos abandonan Natal y Capezzali

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La ruta  sigue hacia el Sur por el carretil que sube por Batón y por El Busto, siempre picando la carretera  cuesta  arriba,  dejando Ceyanes  atrás y virar ahora al Oeste a los 25 km de rodadura  hacia la  deshabitada aldea de la Sienra, tomando un camino que primeramente va en plano y luego gira a la derecha para entrar en picado en dirección a Solares, pasando por delante de la aislada iglesia de Santo Tomás de Coro.


A esta iglesia, el viejo Camino jacobeo en desuso  decir que desde Bayones venía  pero bajando a la  Magdalena, y  con subida posterior hasta la aldea de Paniceres, desde donde se pasa  el arroyo de la Vega, y concluir en el pueblo de Solares, pero a mí me parece más cómodo venir desde Bayones, un poco más alto, y  sin apenas perder altura, sino ganándola, para seguir ciclando por la  cumbral que nos lleva al desvío de la Sienra, lo cual nos permite mejores  vistas sobre el entorno.

En Santo Tomás de Coro, ya la ruta permite algunas que otra variante,  como bajar por debajo de Cayado hacia Villaverde y de ahí a Valbucar, pero esa ruta ya la hemos hecho otras veces, y como queremos pasar por delante de San Salvador de Fuentes, pue seguimos por estos predios de Coro, que por cierto es por donde un vecino de la zona, quiere que el Camin de Covadonga suba hacia Breceña pasando por Ceyanes, cambiando así el trazado original del camino covadonguino.


 El carril nos lleva  ahora al pie de la AS-332 donde se toma el ramal derecho para pasar por La Piquera y Migoya hasta pasar por encima del otro jalón de las Veredas de San Salvador, o sea la iglesia de San Salvador de Fuentes que queda un tanto oculta con respecto a la carretera, y en cuya iglesia estuvo la vieja cruz votiva  que a finales del siglo XIX fue vendida, no sé si por el cura o por los Nozaleda y los Cavanilles  a Ernesto Guilhou, hijo de protestante e industrial propietario de la Fabrica de Mieres, Numa Gilhou, y todo por unas 10.000 pesetas, y en cuya venta intermedió el obispo de Oviedo  y notorio antimasón Ramon Martinez Vigil,  y que parece que dicha cantidad que se registra en las arcas del parroquia, fue destinada dicha cantidad para la construcción de la basílica de Covadonga, una interesante historia la de la Cruz de Fuentes   que recogía la LNEen el  2012 l el  y hoy está depositada en el Museum Metropolitano de Nueva York.


Nada cuando quise darme cuenta el personal de la grupeta se fue carretera abajo hacia el desvío del cementerio, por el cual nos metemos para ganare el centro urbano de Maliayo, pasando como estaba previsto hacer una parada en San Salvador de Fuentes,  y de los peregrinajes y de los peregrinos, pues es lo que tienen estas rutas villaviciosinas  que a poco que se ande los desniveles son de suma y sigue, y ya va siendo hora de una cerveza y quitarse la coraza de barro que nos ha reportado tan intensa ruta

© Victor Guerra

Por tierras de Llanera y del Nora. Veredas de San Salvador

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Punto de Salida y Llegada: Posada de LLanera

Puntos de Paso: Guyame- Centro Ecuestre el Asturcón-Folgueras-Ajuyán-Ladines- El Molinón-          Llineres-San Salvador de Severies
Longitud de la Ruta:  22 km.
Horario de la Ruta. 3 horas
Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 539 mts.
Participantes: Toño Cuervo, Sandra Alvarez, Javier Dolado, Josías Martinez, Victor Guerra.



Si el destino de la Veredas de San Salvador era Oviedo, como capital peregrina, también de ella partían caminos o acaso venían… Queda por saber tal cuestión y funcionalidad de estas trazas camineras que estaban salpicadas por jalones dedicados a la figura del San Salvador, o del Salvador, como proponía no hace mucho un canónigo de la Catedral de Oviedo.

   

En todo caso la ruta de esta semana parte del entorno de uno de esos singulares jalones, en este caso el correspondiente a Posada Llanera, de cuyo enclave parten varias propuestas senderistas y betetistas de cierto renombre que ya he reseñado en este blog.

En esta ocasión y con los tiempos tan revueltos, metidos en agua y nieve, y el personal un tanto arrugado por la posible llegada de diluvio universal, cambiamos el destino inicial que era Abándames, por esta otra zona, que para no repetir rutas, se optó por una ruta corta la cual se pudiese hacer en una mañana, y así fue como aparecimos en Posada de Llanera, para hacer  de paso una visita a los restos de lo que fue la antigua iglesia del Salvador, y rodar por las orillas del río Nora.

Sin muchos agobios, y tras un café tertuliano, fuimos preparándonos para acometer una ruta sencilla en longitud, altitud y dificultad, la cual parte del Ayuntamiento de Posada de Llanera, y que sin mucha encomienda nos fuimos por la carretera AS-240, bastante transitada, hacia el desvío de Guyame, lo cual se produce como a los 2 km de ruta.

Se cruza el vial para entrar a la izquierda, pasando por delante de una curiosa capilla, denominada ¿Capilla del Diablo?.


Es un nombre extraño para una capilla, aunque en las latitudes latinoamericanas parece algo más común dichos patronímicos. Aquí, estamos ante una modesta capilla de ladrillo, que parece que estaba bajo la advocación de San Antón, pero quiso el poder popular  que fuese conocida como “capilla del Diablu”, lo cual parece provenir dicha aserción  de un retablo que se hallaba en dicha capilla en el cual se representaba un « ser esquelético de sonrisa burlona y completamente rojo, con cadenas, identificado con el Diablo», de ahí dicha denominación.

Fuera como fuere, hoy no queda  otra cosa que un extraño edificio en la encrucijada de caminos, en la cual seguimos de frente hacia el centro social ecuestre “gabiniano” de El Asturcón, inaugurado en 1999, que de un presupuesto inicial de 2,4 millones pasó a  24 millones y que hoy se muere de soledad e inactividad tras su cierre hace unos tres o cuatro años.


La ruta pasa a su lado, dejando la instalación caballar a la derecha, y en suave subida ir hacia El Cantón, en cuyo cumbral todavía perviven algunas muestras señaléticas de aquella apuesta de D. Gabino, alcalde en aquellos tiempos de la ciudad de Oviedo. Nos vamos a la derecha hacia el Monte de la Vilorteras entrando ya en los predios más rurales, que nos presentan sus buenos firmes de tierra, que con el tema de El Asturcón todos estos predios camineros que eran auténticos barrizales, con la  apuesta municipal ecuestre, se vieron mejorados con los aportes ingentes de zahorras pues estas redes de caminos y sendas hasta la misma cumbre del Naranco conformaron parte de la actividad ecuestre, lo cual todavía hoy permite rodar de forma cómoda por dichos caminos.


Se nota que la zona está siendo medianamente utilizada por ciclistas de montaña, pues se ven huellas por las pistas y por las trochas que van por encima de Santa Olaya, y que nos llevan en cómodo ciclado a las puertas del pueblo de Folgueras de Abajo con 6km rodados. Le damos vuelta a las viejas escuelas del lugar y a una casona con hórreo que preside el enclave, y nos vamos por la OV-4 que va a Guindaloiro  y Ladines. No sin antes entretennos en la contemplación del plafón de los picos de Europa en toda su extensión y que ahora vemos completamente nevados. Agradecemos la natural balconada en cinemascope y seguimos ruta.


El personal va entretenido y pasa de desvíos, nada más doblar sobre la casa y el hórreo, la traza ciclomontañera se va en descenso, por la que me voy, y pronto el personal se viene detrás, hasta concluir en una ya conocida riega sin pontón, la cual se cruza a pelo para divertimento del personal, pues además de no llover parece que sale hasta el sol y hasta gusta de jugar a cruzar las riegas..

En este enclave nosotros nos fuimos al Norte hacia Guindaloiro, por fuertes repechos que nos obligó a bajarnos de la trotona e irnos a pie un buen rato, creo que lo mejor es hacerlo al revés, ir a buscar las orillas del río Nora o sea girar tras cruzar la riega a la derecha y luego ganar Ajuyán por el Alto de la Huerta.

Sea como fuera el santo se me fue a otras peculiaridades, y nos fuimos tras pasar la riega, camino adelante, tal vez hace años se subían estos repechines, pero ahora ello nos obliga a la mayoría a poner pie a tierra y tirar por los repechones hasta alcanzar el lugar de Guindaloiro (7,6 km), entroncando de nuevo con el asfalto que nos lleva hasta las puertas de Ladines, topónimo que se repite con bastante frecuencia en Asturias.

De nuevo a los queridos tramos de tierra, nada dejar atrás Ladines, (8,2) se toma el camino de la riega de Fonsagrada, por donde andaban apostados los cazadores de “gochos salvajes” esperando rifle en mano a  que las  realas de perros hicieran subir monte arriba a los suidos hasta sus propios pies. 

Pasamos por entre los puestos de la batida, desde ahora ya compartiremos durante bastante tiempo no solo espacios rurales, sino de papel, pues salimos juntos en el Suplemento de Campeones de La Nueva España.

Por nuestra parte seguimos hacia espacios más abiertos dejándoles en su larga espera sin que oigamos a los perros ladrar. Nuestro objetivo es ir a Ajuyán, desde cuyas latitudes contemplamos las laderas del Monte Naranco.


De la aldea e Ajuyán, parroquia de Brañes con 10, 2 km, nos vamos en descenso hasta un sorpresivo desvío que se abre a la derecha hacia el Monte Ayes, entrando de este modo en los recodos que va formando el río Nora. Este afluente del Nalón al que desemboca casi que, en San Pedro de Nora, todavía tiene que dar unas vueltas para verter sus aguas en el Nalón a la altura de Tahoces. Son conocidos sus famosos meandros.


Río que nace cerca de otro gran jalón de la peregrinatio, como es San Salvador de Boides ((Valdediós) y en las cercanías de dos singulares iglesias dedicadas a San Román y Santiago, sitas a la vera del “Camino de los Francos” y del Camino Jacobeo del Norte, a su paso por Sariego.

Por nuestra parte, seguimos el curso del Nora, cada este vez más cerca de nuestras ruedas gordas, y aunque los firmes “gabnianos” aún perduran, ya Toño Cuervo me avisa que el Nora va lleno, y que igual tenemos aún problema, pero no parece de momento indicado avisar al 112 en esta primera aproximación al famoso río Nora que flirtea con un montón de concejos a los cuales no parece querer abandonar por las vueltas y revueltas que da,  pues entre su nacimiento y desembocadura no hay más de 38 km. en línea recta y sin embargo según la CHN este tiene un recorrido que pasa de los 80 km.


De nuevo en el cruce de la riega en la que nos habíamos divertido un rato, ahora con unos 13, 2 km, tomamos el camino que va de frente, pegado al Nora, el cual va cargado de aguas que recoge en multitud de valles, y que al poco nos muestra lo que dice Toño, que el río se ha comido la traza caminera, y tal y como va de lleno como para andar jugando a cruzarlo, por tanto no damos la vuelta como nos aconseja el sr. Toño.


Muy al contrario nos internamos en el bosque por encima de la inundación, trasteando con ramas y trotonas, cuyo tramo salvamos en unos minutos, para salir a zonas mejores  que nos permiten entroncar al otro lado de la inundación y proseguir por la red de sendas camineras y fluviales que se articularon en su día con el tema de El Asturcón, y que ahora son toda una delicia para recorrerlas con calma a pesar de su abandono.


Una vuelta más, acompañando al Nora, hasta desembocar de nuevo ante la instalación ecuestre,  nos vamos ahora tras la indicaciones de Toño Cuervo que nos llevan a dejar atrás Guyame para virar a la derecha  y entrar por unos caminos que van por debajo del núcleo de Llineres, para salir a la carretera local que sube de Ables hacia el Alto el Merón, tras ganar el alto se cruza la AS-240 para ir al enclave que ha motivado esta ruta, y del cual casi nadie habla, y que es el lugar de Severies, en la parroquia de Rondiella, en cuyo enclave funerario se hallan los restos de lo que fue el antiguo emplazamiento de un templo del que hoy quedan unos restos, es de suponer que antes debió haber otro más antiguo, y que jalonaba el paso jacobeo  hacia o desde la villa del Adelantado: Avilés. 


Este jalón sagrado de Severies dedicado a la advocación del Salvador, debía ser uno de los faros radiantes de este trazado jacobeo.

Una breve visita y nos vamos  a  de forma directa a Posada que está a un tiro de piedra concluyendo el recorrido ante su Ayuntamiento, tras una mañana apacible,  para después darnos un merecido homenaje en el  bar del Madreñeru  en Cayés,  a base de callos  que parecen ser famosos, pero ya los comí mejores en La Manjoya, aunque la tortilla de merluza según el amigo Dolado estaba muy buena, para rematar una ruta sencilla y sin mucha kilometrada. 

© Victor Guerra

Rodando por las cumbrales de Bufaran y Faidiello. Zona de Grao-Avilés

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  • Punto de Salida y Llegada: Puente de Peñaflor (GRAO)
  • Puntos de Paso: Bolgues-Sierra de Bufarán- Sierra de las Reigadas- Villayo -La              Reigada-Sierra de Faidiello
  • Longitud de la Ruta:  45 km.
  • Horario de la Ruta. 4, 30 horas
  • Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.224mts

Las distintas sierras que se forman en la conjunción de los concejos de Grao, Candamo, Illas, Las Regueras, Avilés, o Llanera, en cuyos enclaves se forman los cumbrales de Bufarán, Beyo, Reigada, Pedroso o Faidiello, son zonas siempre atractivas para la bicicleta de montaña, tanto por ubicación como por la orografía, y en estos tiempos tan revueltos, de agua y nieve, pueden ser una buena opción para rodar.

Un punto importante  de las rutas es encontrar de donde partir, en este caso lo hicimos desde la zona de comienzo de la ruta de senderismo de los Palacios de las Regueras, pero creo más interesante  hacerlo desde el famoso Puente de Peñaflor, enclave con buena ubicación y con un buen bar como es Casa Aurina, donde se puede tomar una cfé y a la vuelta rematar con unos buenos callos, por poner un ejemplo, en nuestro caso se unieron los amigos de la Ruta Flavius.


 Se parte de Casa Aurina tomando la carretera AS-234 hacia el Este, siguiendo por un instante las marcas del Camino de Santiago, pero a la inversa, las cuales se dejan al poco,  para tomar a los pocos metros el desvío que se va a la izquierda y que nos permite subir a la aldea de Bolgues, ahora siguiendo  las marcas del PR-AS 171, que acompañaremos hasta el Área Recreativa sita en las afueras del pueblo. Otro buen sitio para empezar si hay un grupo grande pues hay mucho espacio para aparcar.


Desde aquí nuestra ruta sube rumbo Norte hacia las Ablanosas, subiendo para rodear las primeras picorotas que nos permiten encabalgarnos en las distintas sierras de nuestra ruta, dado que estamos aún a baja cota, vamos rodeados de los pinos que rematan todas estas sierras. Será una ascensión continuada, aunque con badenes importantes, hasta llegar al pueblo de Villayo.

En todo caso la zona nos permite poder realizar diversas variantes de recorrido, pues hay pistas y caminos más alto y más metidos en el valle.


En nuestro caso optamos por seguir desde las casas y promontorio de Las Ablanosas hacia el Norte para luego virar al Este, dando vista al valle que riega el río Bolgues, para de este modo bordear el Alto de los Carbainos, que es en definitiva la forma de subir a la Sierra del Pedroso y poder ganar el  concurrido Área Recreativa de la Degollada, empatando así con una zona asfaltada que se desarrolla por debajo del cumbral del Pico Grande y Los Picos.


Aquí el personal ya toma diversas opciones como irse a las cumbres, pero nosotros seguimos rodando por el eje asfaltado que nos mete de forma directa  en la Sierra del Bufarán, vial que dejamos como a los 12 km para irnos por la derecha, yendo por la zona cumbral del Pico la Cotera con la intención de coger de este modo la Sierra de La Reigada, pasando por debajo del Pico Cuervo, y a continuación subirnos a los lomos de la Sierra de Beyo, aquí se pude hacer alguna pequeña variante.


En todo caso se llega al par del pueblo de Villayo, donde se conecta con el acceso rodado de cara a cerrar la vuelta bordeando los montes de Villayo y Tejeras, y donde encontramos a parte del grupo de los Intensos BTT que venían hacia el Gorfolí desde Oviedo, un amigable encuentro y nos vamos todos  con calma, pues ahora toca subir a la Sierra de Faidiello.


Concluida casi que más allá de la mitad de la subida nos vamos por la izquierda dejando a los Intensos ganarse el pan betetista coronado el Gorfolí , al que nosotros le damos  la espalda, o sea que primero viramos al Oeste, para seguir al Suroeste, por debajo del Pico Miliquitanes, lo que nos permite cerrar el bucle, y otro un poco más allá para dar la vuelta al Pico Cotera por la vertiente Oeste, y volver a Bolgues y el Puente de Peñaflor por el mismo recorrido que hemos realizado, pero eso sí antes, conectando así con la carretera AS-237, en el Alto de la Raigada, donde se impone otra parada para tomar un refrigerio en el bar del Alto.


Se deja la carretera general ya citada para irnos por el carril asfaltado que va a los pueblos de la zona alta, como Cogollo, se sigue siempre al Sur para volver de nuevo al Área de la Degollada  y por las falsas del Picapedroso, evitando los circuitos de Enduro de la zona nos vamos de nuevo a los Carbainos y Las Ablanosas, para ganar de nuevo Bolgues, girando al Este, y ya dejada atrás la aldea al Oeste y de nuevo en el valle por la AS-234 llegar a Casa Aurina.


Es una ruta de fácil ciclado, no hay zonas excesivamente costosas, y los caminos y pistas son generosas en dimensiones, se rueda por zonas muy abiertas lo que nos permite tener bellas vistas de las sierras. En general no se llega más allá de los 600 metros de altitud, por tanto, estamos en una atalaya privilegiada para contemplar la compleja orografía asturiana

© Victor Guerra

Rodando en Villaviciosa por entre Iglesias y Templarios (Veredas de San Salvador)

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·         Punto de Salida y Llegada: Villaviciosa
·  Puntos de Paso: Amandi-Casquita- Monasterio de Valdediós- Arbazal- Celada-Valdebarcena-La Viesca- Obaya- La Ferrería-Amandi.
·         Longitud de la Ruta:  37 Km
·         Horario de la Ruta: 3,30 horas
·        Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.200 mts
Participantes: Javier Riestra, Juan Piñera-Javier Paredes, Victor Guerra, y Doña Noelia Rojo

Uno de los hitos más importantes en las Veredas del San Salvador, antes de culminar en la vetusta ciudad de Oviedo y ante la vieja catedral dedicada al cenital San Salvador, se encuentra en el camino el llamado Conventín de San Salvador de Valdediós, una recoleta construcción prerrománica de gran belleza levantada al término del valle de Boiges.



Sin olvidar que esparcidos por el territorio maliayés tenemos una serie de inputs relacionados con la supuesta presencia del Temple en la zona, lo que nos permite articular una ruta ciclomontañera perlada de leyendas y misterios, lo cual no está mal para entretener tanta pedalada.

Se parte de Villaviciosa, donde nos podemos embobar escrutando las cruces patadas de la centralista iglesia de Santa María de la Oliva, la cual tiene talladas un buen numero de estas significativas cruces, tipo Paté en casi todo su contorno, y hasta un escondido reloj de sol, aunque para la ruta que haremos de poco nos servirá, pues dan agua a mansalva, que se dice.

Cruces que hay quien la vinculan con los monjes blancos y que el caso se la Oliva el recuerdo personal de aquellos tiempos de búsquedas esotéricas me llevaron hasta el pueblo portugués de Tomar, para ver el bastión fortificado de los Templarios con forma octogonal, y encontrarme con la iglesia de Santa Maria do Olival, o aquella otra por la que pasa la famosa Senda Genaro, que señalicé en su dia al paso por Patones (Madrid)

 Desde la portada de la iglesia de la Oliva villaviciosina, se toma el camino jalonado por las «iniciáticas» marcas amarillas jacobeas, que en primer término nos llevan por la traza urbana de Villaviciosa y luego por la senda  fluvial del río Linares que se coge en Las Colominas, cerca de las Escuelas Públicas de Maliayo, y por ello se rueda  hacia otro enclave significativo como es Amandi, se rueda bordeando  las instalaciones del Serida, para desde ellas buscar el enclave de Casquita siguiendo las marcas jacobeas que por La Parra, y sin pérdida nos llevan hasta la ermita de San Blas.


Aquí en Casquita, sin el famoso “Faunino” que se ido de invernada, es donde los caminos jacobeos se bifurcan, nuestra ruta sigue por el ramal de Gijón, o sea ramal de la derecha, para tomar por las orillas del río Valdediós una traza caminera que, por el Mayorazu nos encamina hacia la Sota, dejando las marcas jacobeas que van por la derecha hacia Xiana y Niévares. 


Nuestra ruta sigue de frente por tramo medio inundados para entroncar con la carretera de Rozaes, ya en ella se sigue cuesta arriba, por asfalto hasta la casona de la Cruz de Conceyeru, que presenta una estampa de antigua venta y posta de arriería. 


Desde ella por la izquierda se toma un camino en franco descenso hormigonado que luego se vuelve camino real para de este modo alcanzar las casas de La Rivera, y su sucesión de molinos, son tramos camineros, bien de tierra o asfaltados, que tienen una gran belleza, no en vano estamos en el llamado «Valle de Dios».


Una vez en él nos damos de bruces con el complejo religioso de Valdediós, si tenemos suerte y ganas nos podremos incorporar a las visitas guiadas, de esta forma podemos ver in situ y por dentro parte del monacato, y camino del claustro observar la famosa espada y un virtual monje orando del que nos habla Xavier Musquera en su libro La Espada y la Cruz, que el citado autor cree ver medio neblinoso en sus viejas fotografías.

Fuera como fuere, es posible que la cosa, de la losa de la espada, y su virtual monje no fuera más una proyección mental del bueno de Musquera, aunque tal losa este la relaciona con el ritual funerario de los caballeros sin rango. «Eran enterrados cara al suelo con los hábitos clavados en un madero y en el más absoluto anonimato».


 No sé hasta que punto todo esto será verdad, pero no se puede negar que le da un toque al lugar, pues no en vano estamos ante uno de los grandes hitos religiosos dedicado a San Salvador, una preciosa iglesia prerrománica a cuya  consagración en el 892 de la era cristiana  acudieron  diversos obispos como el  Mondoñero o el de Coimbra…; a la vera de dicho iglesia se instaló el monasterio cisterciense que hoy habitan monjas carmelitas samaritanas. ¡Las vueltas que da el mundo¡


No solo no volvemos a la ruta de las Veredas…, sino que además digamos que se han acabado los tramos planos, unos 10km de cómoda rodadura hasta aquí, ahora toca salir del lugar dejando la traza la Vereda de San Salvador que se va por el Camino de Santiago hacia Sariego.

Sin olvidar que desde aquí se puede salir de varias maneras, una por el Camino de Santiago por Vallinaoscura hacia el Alto la Campa, y  en nuestro caso nos fuimos por el camino de Llaneces que sube bordeando los muros del monasterio pasando por delante del Monolito a los fusilados en la madrugada del 28 de octubre de 1937 por miembros delas tropas franquistas en concreto tropas de la VI Brigada Navarra.


Es la cara y la cruz de este bello lugar, que tiene ese aspecto tan dramático y que ha quedado recogido en el libro publicado por el Museo del Pueblo de Asturias.

Desde el monolito se sigue en ascenso pasando de las primera casa al renovado el núcleo de LLaneces, en el que tanto su propietario José Luis, como su familia han invertido labor y dineros.

Estamos ante un tramo muy empinado por el que se trepa bien puesto que está hormigonado, pero después de este enclave  habitado el que fuera el viejo camino comunicacional de la casería, todavía se empina más, además de estar en gran parte de la subida muy embarrado, lo que nos obliga a poner pie a tierra, a todos, pese a los intentos de Riestra, Paredes y Noelia, y  hasta llegar al costado de la AS-113, pues tirando de la trotona.

Una vez en la arteria que une Villaviciosa con Sariego se baja, girando a la izquierda,  hasta lo grueso de núcleo de San Pedro de Ambás, eso sí llegar a minarete eclesial de San Pedro.

La otra forma cómoda de realizar la ruta desde Valdediós, es quitándose la penalidad de subir por Llaneces, es decir subir por la carretera que enlaza Valdediós con San Pedro de Ambás.


Ya en Ambás, frente a la salida del acceso de Valdediós se retoman las marcas jacobeas que vienen de Camoca, y que tomando su ramal derecho , hacia el Sur, la traza nos mete en una senda trepadora  que desde Ambás van cuesta arriba con tramos cada día más despedregados, lo que nos obliga a bajarnos de nuevo hasta ganar unas zonas más planas, en cuyo punto nos ofrece preciosas vistas sobre el valle y monasterio de Valdediós,  y sobre el valle de Rozaes, y  cerrando todo territorio la cordal de Peón.


Por tramos semiplanos se gana la aldea de Arbazal, cuyo emplazamiento se halla en una terraza que hace el terreno, cuya ladera baja de los promontorios de Les Lloses y la Rasa de Arbazal con unos 450 mts de cota. y desde la cual se ve asomar las nevadas cumbres del Aramo. 


 En este recoleto núcleo se levanta la monumental iglesia en cuyo cabildo nos refugiamos de la chubascada, mientras contemplamos el denominado Mesón de los Frailes con el escudo abacial que también se ve en el monasterio de Valdediós, y que pertenece a la Congregación Cisterciense de Castilla.



Pudiendo ver desde el citado cabildo el singular reloj pintado en lo que parece que fue la casa del cura. y que es toda una singularidad, que se debiera cuidar y preservar.


 Nos despedimos de tan singular enclave a para seguir al Sur hacia el cruce de la Casa del Monte, ya por tramo asfaltados, por estos lares, también Camino de Santiago iban los arrieros y carreteros camino de Sariego.

 Ya con unos 15 Km rodado, a la altura de la Casa el Monte nos vamos por la izquierda, pista arriba, dejando la carretera que va hacia el Alto la Campa.


El arranque de nuestra traza es fuerte  pero de buen firme, primero dejamos un ramal a la derecha  y luego otro más altozano que va a la aldea de Mogobio, se sigue pista arriba para bordear un granja  y luego el pico Torres para  pasar por la Parea del Trabuco, en cuyo altozano punto, pues se alcanza la cota de los 500 mts, con 17,5 km rodados, nos vamos por el camino de la izquierda que es más bonito, la pista empedrada nos lleva al mismo punto, ¡aquí como se prefiera¡ 


El camino de la izquierda nos lleva por Robleu para ponernos encima de la aldea de Cuinya, empatando con la carretera AS-333, la cual se toma por el ramal derecho hacia la Cruz de la Degollada, que da acceso al valle naveto de Camás.


Nuestra ruta sigue desde la bifurcación de La Cruz Degollada  por la carretera concejil VV-11, rodando unos 2 km para dejar el camino asfaltado, y entrar a la izquierda en el lugar de La Tejera, dejando el rumbo Este que ya tomamos desde la salida de Arbazal, y en cuyo transito hasta aquí nos deja unas impresionantes vista sobre valle y vallejas que se desparraman bajo nuestros pies  hasta casi la misma Villa, y cuyos predios están sembrados de innumerables aldeas,  algunas de ellas las irá enlazando nuestra ruta. y entreviendo los Picos de Europa, en alguno momentos del recorrido


Pues eso, que La Teyera, nos vamos rumbo Sur, en descenso hacia La Espina, buscando el enclave de Celada, en cuyo camino a pesar del mal tiempo se pueden vistas sobre el valle de Villaviciosa y la ría al fondo  

Y a en Celada  ante el templo  relacionado con el Temple, ignorando la razón, tal vez porque  Ordoño II había dado una donación de una iglesia hoy desaparecida. La actual iglesia de Santa María fue reconstruida en 1635, donde se pueden ver restos prerrománicos y románicos;  las huellas templarias no se ven por ningún lado, pero no sé  porqué tal vez el nombre me lleva al recuerdo de otros enclaves templarios, como el de la fortificada iglesia de Celada del Camino en la provincia de Burgos.



De Celada se sale por el carril que va a La Toya y el Otero, un bajada rápida de hormigón con tramos de agua en su trazado y que se muestran muy resbalosos  y que , nos lleva a otro de los input de esta ruta tan esotérica que nos hemos montado, pues en un pis- pas estamos ante los pies de la iglesia  de Valdebárcena dedicada a San Andrés.

En uno de los laterales destaca una pequeña lápida en la que se aprecian tres cruces griegas, que nos recuerda que esta iglesia se terminó de construir el primer domingo de agosto de 1189, siendo consagrada, al parecer, por el presbítero Martino, pecador e hijo de la Iglesia y el obispo Roderico. He aquí, transcrito, lo que cuenta la leyenda fundacional: Martinus presbiter peccator et filii eclesiae, Pater Noster qui es in celis, in era duocentessima vicessima septima post milesima episcopus Rodericus consecravit prima dominica de acustus. Pater Noster. Inscripción adornada por tres cruces, que alguien debió interpretar como templarias.

 Lo cierto que, si uno se deja llevar por las leyendas modernas, podemos ver templarios (Pauperes Commilitones Christi Templique Salomonici) en cada rincón del concejo maliayés representados en cruces y en otros elementos que nos apoyan las documentaciones, bien porque se hayan perdido o porque no hayan existido jamás, que también puede ser. En todo caso este enclave se le relaciona también con la presencia de los caballeros dúplices, en tanto que algunas representaciones les dibujan montando a caballo a dos caballeros, espalda con espalda, pero en este caso no es por esto sino por la existencia de unas cruces «patadas».


De Valdebárcena, se baja por la AS-333, hasta el desvío de La Viesca, y luego en Condarco que marcas varias opciones de ruta, en todo caso sigue bajando  para alcanzar primero La Viesca y luego el núcleo de Peryeru, aquí si se quiere se puede ir a entroncar con la carretera de la Campa, la AS-133,  bajar por ella para entrar a la derecha en la idea de entrar al valle  maliayés por el núcleo de Bozanes a través de Ronzón.


Pero como a nosotros nos gusta el barro  en Peruyeru nos metemos tras dejar atrás la granja por un camino que se interna en el monte Rodiella, cuyo camino muy mojado por las trombas de agua que han caído, y por tanto presenta tramos encharcados. Se va rodeando el monte hasta dar vista al encerrado pueblo de Obaya.


 Entroncando el camino del río, al que se le da la espalda para bajar al camino que entra en el pueblo, del cual se sale de  lo fondero del valle por asfalto dirección Norte  a cortar la carretera VV-11 que baja de Poreño a la altura de Llavares , tan solo queda ir virando hacia las casas de Ximangues para cruzar el río Viacaba por la Ferreria, donde hoy existe un Albergue de Peregrino, y  por esa traza se entra  de nuevo en Amandi, donde subimos hasta su significativo templo, se trata de la hermética iglesia de San Juan de Amandi, a la cual el escritor José Antonio Samaniego le dedicó un libro publicado por la asociación Cubera.


 De esta manera cerramos una ruta, durante la cual a nosotros nos cayó el diluvio universal, y ahora analizando las trazas, igual es más aconsejable realizar la ruta a la inversa, ya que las subidas hacia el La Cruz de la Degollada y Arbazal  es casi toda ella  por tramos asfaltados u hormigonados, lo cual evita la penosidad de tener que andar empujando la trotona, y de esta manera la ruta tendría  un punto técnico interesante ya que tanto  el tramo de Arbazal hasta San Pedro de Ambás, como el que baja desde aquí por Llaneces a Valdediós se podrían bajar montados en bicicleta, pudiendo ser ciclable el 100% de la ruta.



Que ustedes lo pasen bien.¡

·         TRACK DE LA RUTA WIKILOC
·         BOOK FOTOGRÁFICO (Victor Guerra y Juan Piñera)

© Victor Guerra

Veredas de San Salvador DE CELORIO AL MAZUCU

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·         Punto de Salida y Llegada:  San Salvador de Celorio
·         Puntos de Paso: Porrúa-Alto de la Tornería- El Mazucu- Villa-Torrevega-La Herrería-Rales-Posada de Llanes-Balmori
·         Longitud de la Ruta:  34, 6 km
·         Horario de la Ruta: 4 horas 30 minutos
·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 756 mts.


·         Participantes:  Javier Dolado- Javier Riestra- Jonás Martinez. Victor Guerra y Fer Torre Alonso.

Esta parte del Oriente astur tiene estos dos inputs referenciales y que representan dos polos opuestos, por un lado el viejo monacato de San Salvador de Celorio que se ha carcomido el olvido, y el otro input es una parte de la historia que parece querer en el recuerdo lejano como es la cumbre del Mazucu y su vinculación a la Guerra Civil española.



En general, casi siempre que quedamos por esta zona los punto de referencia de quedada  son Nueva, Posada o Llanes, por tanto quedar en  Celorio ha sido una de esas raras ocasiones, y cuya explicación viene de la mano de querer  ir jalonando también nuestras rutas betetistas, en este caso   con los hitos de las Veredas de San Salvador, y dentro de la rasa costera oriental asturiana, el primer hito dedicado a San Salvador, es el antiguo monasterio benedictino de Celorio, el cual  lo habitaron en el siglo XII.



 
Resulta extraño, cuando llega a Celorio porque uno espera encontrar un viejo monasterio como el de San Antolín de Bedón, pero lo que se encuentra es una finca completamente cerrada sobre si misma que encierra  unos edificio modernos que  rodean la vieja torre de antaño, ya que en el siglo XVII, este cenobio sufrió una remodelación que  solo queda eso la románica torre de tres cuerpos  que asoma por encima del actual conjunto dedicado a Casa de Ejercicios Espirituales, ya que el cenobio fue clausurado en octubre de 1835.

De este enclave espiritual y caminero parte nuestra ruta, en un día que amenaza lluvia, aunque la mar parece calma, y es una pena que toda la finca esté cerrada pues nos impide poder ver y constatar su estructura. Nos consola


Una vez en ruta ciclomontañera y con la ropa de agua encima, nos encaminamos a través de la aldea de Celorio, tomando  parte del trazado del Camino de Santiago para internarnos primero dirección Sur hacia el bosque de Peredi, lo cual nos pone mirando al Este, yendo en primer lugar por la margen izquierda y luego en la derecha de la A-8, la cual dejamos al punto para virar  de nuevo al Sur tomando el Camino de Porrúa, cruzando a los pies de ese núcleo la carretera local LLN-8, para internarnos en los predios de las Mañangas, entrando por Los Pájaros  y Covalayo.


Al cabo de unos 5 km de tranquilo paseo, nos topamos con un lugar conocido por ser punto de confluencias, donde algún gracioso colocó un panel de carretera orientativo, y ante el cual viramos a la izquierda, de nuevo al Este, para tomar por la “Mañanga” urbanizada, por aquello de que sus trazados están en muy buen estado debido a las zahorras lo que nos permite rodar sin apenas encharcarnos pese a la lluvia.

Poco a poco la pista acompañada por el rumor de la riega Bola y lluvia de tormenta, ganamos el carretil LLN-7, ante cual se impone un descanso antes de la subida al Alto de la Tornería.

Este es un recorrido que la verdad sea dicha nunca realicé, y hoy vamos a coronar gracias que he tomado prestado el  track de los compañeros de  INTENSOS BTT,  y eso nos está dando el placer de probar las mieles de rodar por las distintas vertientes del Mazucu. 

Aunque la vegetación está muy alta, durante la ascensión por el carretil hacia la Tornería se pueden ver  actuaciones que parecen mineras, pero que pertenecen a las actuaciones de la Guerra Civil, debido a  que este fue uno de los lugares  donde hubo duros combates entre ambos bandos, por tanto es normal que haya  trazados de trincheras y otros aditamentos guerreros repartidos por toda  la faz de la mole caliza que preside todo el Oriente.

Los compañeros de cada Sábado como el frio aprieta suben más rápido con la intención de ganar la cumbre del Pico  Resquilones  o Corona del Cantiellu, pero nada de ello pudo ser por estar el ramal de subida en muy malas condiciones, por un tema de obras en el trazado que parece sempiterno.



da de caminos de la Tornería, ellos bajaban y ya todos juntos nos fuimos, eso sí descendiendo despacio por la vertiente Oeste para no ponernos de chupa domine y no congelarnos a través de la LLN-7  hasta llegar a la mítica aldea del Mazucu, donde se replegaron las tropas republicanas desde la vecina tierra de Cantabria y donde tuvo lugar una dura batalla el 5 de septiembre de 1937, en ella se concitaron también contra las tropas republicanas los aviones alemanes de la legión Cóndor.   El viejo amigo Juan Antonio de Blas, escribió un texto interesante El Mazuco (la defensa imposible) .

Pasamos ante la aldea del Mazucu, sin apenas detenernos pues la lluvia es intensa, y el frio ya empieza a envolver todos nuestros músculos. A unos metros de la entrada al pueblo dejamos la carretera para irnos por un camino que se abre  en franca bajada por la derecha y que se coloca por encima del carretil que busca el Puente de la Hueria.


Seguimos la cómoda traza, despacio para no empaparnos  y llegar al pueblo de Villa donde nos refugiamos durante unos buenos minutos, hasta que amainara un poco el aguacero que no parece darnos tregua, por lo cual seguimos la traza asfaltada   pasando por Barru y La Gotera, dejando el carril asfaltado en la Rotella, donde entramos por unos minutos en una trazado de sendero que busca  dar vuelta al promontorio de La Cabezuca.



Una senda trialera que nos sorprende en alguno momentos, y más estando como está todo el firme  mojado, pues por la traza corre el agua  de madre y algunos pasajes dan miedo abordarlos, pero se pasan sin problemas.

La senda nos deja en el pueblo de Torrevega, y desde él se baja por otra cinta caminera hasta la carretera de AS-115, la cual algunas cartografías marcan como eje del jacobeo, el cual en La Rebollada viraría al oeste para ir a Covadonga o a Oviedo

 
Sea como fuese, nuestra ruta cruza AS-115, con 19, 8 km rodados, y se cruza a su vez el río Las Cabras por el Puente Nuevo, para seguir al Norte hacia la aldea de Los Callejos, dejando  de lado la Venta el Pobre, delante de cuyo alojamiento pasa la vieja calzada romana de Riocaliente que va al enclave de Corao.

Nuestra ruta da la espalada a la cuna del Bosque Encantado para volver a salir a la AS-115 a la altura de La Boleta, donde seguimos por unos minutos la AS-115, hasta poder desviarnos de nuevo en la otra Venta, la de la parroquia de Vibaño por donde viene el GR.105.2 de Llanes a Covadonga entrando de este modo por la Calzada de Riocaliente hacia Llenín
 .

Se llega a la aldea de Rales, y bien creí que el track de Intensos BTT no meterían en lo duro de Las Mañangas, pero no, estos han preferido trazados suaves, aunque perlados caminitos a modo de ginkana, pues fue lo que nos deparó   el rodar por la margen izquierda de río Las Cabras, hasta poder dejar estos predios a la altura de San Martín, pues el escaso sendero entre el rio el cierre eléctrico de los pastores , y la brigadilla del jabalí, pasamos un rato divertido, aunque Fer probó lo que es estar mojado y sufrir  diversos envites de los cierres eléctricos.



A la altura de San Martín damos la espalda al pueblo y al rio Las Cabras, y nos vamos al Este para cruzar de nuevo la AS-115, con 27 km rodados,  por La Vega a las puertas de Posada de Llanes,   tomando por El Horrín  dirección a Lledías, pero dando la espalda a  los trazados duros y técnicos de La Mañanga, está claro que los Intensos, prefirieron recorridos más urbanos pues se atraviesa Lledías  hacia Quintana por carretiles  hasta desembocar definitivamente en la AS-263 . por cuyo recorrido se entra de nuevo en San Salvador de Celorio, que por cierto dicho monacato también sirvió de Campo de Concentración, las vueltas que da la vida.


  
Finalizada la ruta nos fuimos de nuevo a Poo de Llanes , para saludar al amigo gaitero Manolín el de Poó, y dar por concluida una ruta por los predios de San Salvador de Celorio que jalona el paso jacobita desde Unquera hacia Oviedo, aunque de por medio quedan algunos otros inputs dedicados a  la advocación de San Salvador.

© Victor Guerra

Veredas de San Salvador. Por las Atalayas Riosellanas

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Punto de Salida y Llegada: Ribadesella
·Puntos de Paso. Ardines- Sardalla-Xunco-Cuevas-Antenas de Moro-Nóceu-San Salvador de Moru-El Carmen-El Pandu-Leces-Abeu-Tereñes.
·  Longitud de la Ruta:  30 km
·  Horario de la Ruta: 4 horas
·  Desnivel acumulado de ascenso y descenso:  847 mts
·  Participantes: Josías Martinez – Beni y Ricardo Valerio y Victor Guerra



Ribadesella es el siguiente input dentro de las Veredas de San Salvador una vez se entra en Asturias desde Irún, y el primer enclave está en San Salvador de Celorio, al  ya hemos visitado la semana pasada en la ruta que recorría además las sierra del Mazucu.


Hoy toca recorrer el imperio de las cuevas kársticas como es Ribadesella, con la monumental cueva de Tito Bustillo, joya de corona astur cántabra en el arte paleolítico, y a cuyos aledaños comienza nuestra ruta, que tiene el propósito de visitar otro extraño enclave como es San Salvador de Moru, faro radiante de toda esta zona y algunas otras atalayas riosellanas.


Se parte de Ribadesella,  y el mejor sitio para dejar los trastos es el aparcamiento del Pabellón de Deportes y de la nueva mole que encierra la recreación de la cueva de Tito Bustillo, de donde se parte dirección Sur siguiendo la carretera RS-2 que nos lleva a un emplazamiento de lo más recoleto, como es el Palacio de la Piconera, ubicado en los predios de la Llosona.


Palacio construido en 1891 por el indiano Manuel Martínez, con una representación clasicista en su articulación, aunque a mi lo que más me gusta son las casas aledañas que conforman un muy curioso conjunto espacial que explica muy bien todo el entorno, el cual además es de agradecer porque está muy bien cuidado y poco alterado todo el conjunto.

 


Tras unas fotos para subir la moral, nos ponemos en marcha dejando de lado la RS-2 para seguir hacia  el lugar de la Roza, donde se deja la arteria que va hacia el pueblo de Cuevas, pues nuestra ruta vira a la derecha para coger unos duros repechos asfaltados que nos llevan en primer término al Palacio de Junco, del que poco podemos ver, y desde el cual nos dirigimos hacia la Torre de Junco o Xunco, que funcionó en modo de bastión de vigilancia y defensa y como casa cuartelera, y lo cierto es que es una de las atalayas más impresionantes del concejo riosellano, pues desde su promontorio se divisa toda la ría  hasta su desembocadura y el poblamiento de la Villa riosellana.


Otra gran atalaya es la iglesia de Santa María, bastión por el cual es presumible que debieran de pasar los viejos peregrinos camino a Oviedo o a Santiago, pues desde su emplazamiento se ve muy bien lo que fue el vado sobre el gran río Sella, pues no todos podían o estaban dispuestos a pagar los pasajes de la ría en la villa de Ribadesella.

 


Motivo por lo cual diversos peregrinos del Camino de los Francos, derivaban su paso a  hacia el vado de Llovio, para después,  ir bien iban por la margen izquierda del Sella hacia Arriondas, aunque no es descartable que lo hicieran por la orilla que ahora va el FEVE un poco más alta con respecto al río y más directa,  o bien cruzaban el río para subir o bien  hacia  Xunco  para llegar a  Santa María, la Torre y el palacio y por Porciles ganar Nocéu hacia S. Salvador de Moru; la otra forma directa eso  desde la Alisal ir a la Cuevona y subir hacia Nocéu y de ahí  ya  faro radiante de las Veredas de San Salvador, en este caso  la iglesia de Moro, o Moru.

 


Vueltos a nuestra ruta, desde la Torre de Xunco se sigue al Este hasta la solitaria iglesia de Santa María  para poder ver más de cerca el vado de Llovio y las vueltas que hace el río, pero desde cuya atalaya no se puede seguir ruta, hay que volver a remontar altura hasta llegar al desvío al pie de hotel de la zona, lo que nos permite  enlazar con la carretera que va  hacia Cuevas, y lo hacemos  girando a la altura de La Alisal, en cuyo punto se traza hacia el Suroeste, en un  sube y baja,  hasta  desembocar ante la gruta  (La Cuevona) que nos da acceso al pueblo de Cuevas.


Paso bonito el de la Cuevona, donde hay que tener precaución, la banda primos Valerio-Martinez, que hoy me acompaña, sacan sus linternas para cruzar con precaución el pasadizo kásrtico en dirección Suroeste, y poder acceder al pueblo de Cuevas, donde se nos presenta otro hito jacobita como es la recoleta ermita de Santiago de Cuevas. Lo que me lleva a preguntarme ¿Acaso los peregrinos cruzaban por el vado de Omedina  y por Cuevas alcanzaban San Salvador de Moru? Es posible y como posible es que adentrados en el valle de Tresmonte pasaran hacia Sinariega y por Fuentes alcanzar el núcleo de Arriondas. Hubo épocas que el tráfico caminero y de arrieros debió ser muy intenso por toda esta zona.
 


Nuestra ruta en el mismo lugar de Cuevas, da la espalda a la ermita de Santiago y sube  siguiendo las señales del Monte Moru, que presenta unos primeros repechos que nos meten de lleno en la embocadura del valle de Tresmonte, con impresionantes vistas sobre el río Sella y sus recodos como el de Fries, luego el trazado se suaviza, y como los firmes son de zahorra compactada se ruedan muy bien, ya que la dureza de la ascensión primera  remite para deleite de algunos. Mis acompañantes en este tramo van contando de como por estas latitudes, cuando hacían la carrera de Montes del Sella, iban a toda pastilla, así nos pasaron a su vez dos miembros de Intensos BTT a bordo de sus E-bike, apenas un saludillo y para arriba.

 


Seguimos subiendo por la amplia pista, que cada vez tiene mas mordiscos en forma de argayos, pero aún está en buenas condiciones para rodar por ella,   se pasa  por encima de La Cebal y  se ve un poco más allá Tresmonte, que es el pueblo que está en un ladera del cerrado valle, con cuatro casas  y una ermita dedicada a San Agustín, lugar donde  nació y crió un prohombre de primera talla como fue Manuel  Fernández Juncos, que llego al notable puesto de Primer Ministro de Puerto Rico y que fue creador de una famosa letra como La Borinqueña,himno oficial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

Cuyo personaje además fue un importante referente dentro de la masonería portorriqueña, y parece mentira que esa calidad humana  haya podido salir de una perdida aldea riosellana tan pequeñas y perdida como Tresmonte, aunque esto que a mí me asombra no parece impactarles mucho a los bikers con los que ruedo por esta apartada orilla del Sella.

 


Sin darnos cuenta nos colocamos al final de la pista con unos 10,6 km rodados, y ahora una vez entroncado el carretil que va hacia Tresmonte, no hace muchos esta arteria era un mal camino, sobre el que se gira a la derecha para subir al collado en el que sitúa el Área Recreativa de Monte Moro, impresionante atalaya sobre Ribadesella y las tierras de Suroeste riosellano.


Nos vamos desde el collado hacia las antenas del Monte Moru, trazado en modo tobogán que nos va dejando ante diversas estampas del valle. Es un trazado de ida y vuelta, motivo por el cual casi nadie parece acercarse a estas antenas, al menos no se ven huellas de neumáticos de BTT.

 


Retornados al collado nos dejamos caer por la vertiente Norte de Monte Moru para bajar por el eje asfaltado hacia la aldea de Nocéu, con sus impresionantes escuelas hoy remozadas, dejando de la lado la carretera que viene de la Cuevona, se sigue al Norte, cruzando la parroquia de Moro para concluir ante el faro radiante de toda este territorio, como es la iglesia de San Salvador de Moru.

 


Iglesia extraña, situada en un encabalgamiento cumbral, solitaria pero dominando el entorno, en medio de un singular eje caminero señalizado como Cañada, algo peculiar en Asturias, y no solo eso, sino que esta iglesia que fue destruida en el 36, y sin la estructura eclesial asturiana  mostrara mucho interés en su restauración, hasta que fueron los propios vecinos lo que acometieron la rehabilitacióncuasi entera, como consta en un cuadro que reseñas las ayudas recibidas para tales menesteres.

Estamos pues ante una iglesia románica, como tantas otras, donde destacan como elementos vernáculos el imafronte y la nave principal que son del siglo XIII, y que tuvo como tantas otras iglesias diversas reformas, algunas de ellas quedan aún como testimonio de tales obras

  


En todo caso, además de ser un importante input direccional dentro de los trazados denominados por Luis Merediz como Veredas de San Salvador, no dejaría de ser una iglesia más, sino fuera por las pinturas murales del siglo XVI que contiene, las cuales parece ser que fueron pintadas por monjes franciscanos, pinturas que nosotros tuvimos la suerte de poder verlas por estar abierta en esos momentos la iglesia, las cuales están situadas en el  en la bóveda del presbiterio y muestran la llamada Santa Cena y el Salvador y los evangelistas, y un Santo Entierro.


Vistos los murales y realizamos un recorrido el templo, pues lo nuestro en BTT ASTURIAS no es solo dar pedales, sino conocer nuestro patrimonio.

 


Proseguimos la ruta pasando por detrás de San Salvador de Moru para cruzar por los caserones de Soto, y alguna otra gran edificación que se me antoja como vinculadas a  viejas ventas nacidas al socaire de la singular  Cañada que cruza el territorio riosellano. 


Dejamos atrás estas impresionantes casonas, para entrar en la espectacular aldea de El Carmen con sus grandes casonas de indianos, en este enclave  nuestra intención era ir hacia el núcleo de La Maella, pero tras recorrer un buen tramo de hormigonado camino una verja de finca particular nos cierra el paso, por lo cual damos la vuelta volviendo sobre nuestros pasos a El Carmen,  y de nuevo siguiendo la AS-341al Oeste, para después de un tramo  doblar hacia el Norte  hacia Pandu, donde la existencia de la Autovía ha revuelto también bastante los trazados camineros.


Por nuestra parte nos vamos hacia  las rotondas de Pandu, para coger en la segunda de ellas  el camino que sube  por encima de la Maella  y va hacia la llamada  aldea de La Tejerona, hasta aquí tramo con firmes de tierra, luego ya asfaltado hasta Ribadesella.

 


Dejamos el vial para  en La Tejerona para doblar a la izquierda  y ganar otro importante enclave patrimonial y peregrino como es San Esteban de Leces, una breve visita a su desvencijada torre y pasando por delante del albergue de Peregrinos  vamos  persistiendo en el rumbo Norte hacia la cuidada aldea de Abeu,  una vez cruzado el núcleo en la Priesca, se vira al Este  para pasar por encima de la aldea de Tereñes y los Colmenales y desembocar a la altura del Faro  en Ribadesella.

Transitamos por un trazado que nos ofrece no solo vistas sobre el pedral riosellano, sino sobre el valle de San Pedro,  por cuyo seno asciende el Camino Jacobeo hacia Leces.

Ya en ante el paseo marítimo, no queda nada más que recorrerlo para dejarnos llegar de nuevo ante la cueva de Tito Bustillo, que tendrá hueco en alguna otra ruta por estos predios riosellanos. 





© Victor Guerra

Veredas de San Salvador. Por tierras de Gijón y Villaviciosa

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Punto de Salida y Llegada:  San Salvador de Deva (Gijón)
  • Puntos de Paso: Peridiella-Aboretón- Cordal de Baldornón-Collada de la Fumarea, Cordal de Peón- Alto La Cruz- Peón- Curviellu
  • Longitud de la Ruta:  38 km
  • Horario de la Ruta: 4 horas
  • Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.200 mtts.
  • Participantes:  Albano Capezzali, Toño Cuervo. Javier Riestra, Marcos Cernuda, Alejandra, Luis Roza, Javier Dolado, Josías, j. Ramón Natal, Javier Paredes y Victor Guerra.


Otro de los inputs de las Veredas de San Salvador,  el cual pasa desapercibido por las dichosas rehabilitaciones,  es la iglesia dedicada a Sal Salvador de Deva, la cual  se haya en el entorno de las peregrinaciones, una vez los peregrinos decidían desde Villaviciosa si ir por Quintes y Quintueles, o bien por Grases y Niévares y a través del Valle de Peón  el punto de referencia era al menos para los que venían por Níévares, ganar la iglesia de San Salvador de Deva, que cuesta imaginar su vieja estructura de templo prerrománico y de viejo monacato promovido por la reina Velasquita.


Esta será pues estas referencias parte de nuestra  ruta sabatina, aprovechando el buen día para  recorrer viejos caminos hollado para sus trasiegos camineros por peregrinos y  trajineros, los viejos  peregrinos dirección Oeste hacia Santiago,  y los otros, los nuevos, hacia el Este hacia Covadonga, por el llamado Camín de Covadonga.


En nuestro caso, dejamos lo grueso de la logística en el aparcamiento del Camping de Deva, donde se reúne la tropa biker para dar cuenta de este itinerario a través de dos significativa cordales, las cuales unen los territorios de Villaviciosa y Gijón.  Antes un buen café en las instalaciones del Camping,  y tras ello resueltos a dar la batalla del día.

Se sale por el lateral izquierdo del Camping, lindando con la carretera Nacional 632 para enfilar la subida del Camino de La Paradiella, por amplias pistas jalonadas de flechas del Camino de Santiago, que viene en sentido inverso, y que a buen seguro que no venían por aquí  sino que buscaban las viejas trazas que iban  por Pedroco  hacia San Salvador de Deva.

Fuera como fuere, pronto  ganamos la carretera AS-331, que se cruza y se sigue por dichas trazas cuando de tierra cuando asfaltadas, pasando por encima del túnel del Infanzón, dejando a la izquierda la citada arteria regional para subir hacia el Cementerio de Deva y el área recreativa del Parque del Monte de Deva, hasta alcanzar el enclave del Arboretón.

Ya encabalgados en la cumbral de Baldornón, se sigue dirección suroeste  por todo el Camino Forestal de Monte Deva adelante conviviendo durante un buen rato con diversas unidades bikers de distinta naturaleza, unos de ida y otros de vuelta.

Este transitado territorio  siempre fue un paraje ideal para el establecimiento de un Centro de BTT, pero nunca hubo mente preclara en el Ayuntamiento de Gijón que sopesara  esta posibilidad pese  al emporio montado a modo de Centro de Recepción para no se qué, y hoy prácticamente en desuso.

Hasta la red de senderos peoniles, hay que decir que fueron en su tiempo descatalogados, a partir de ahí que se puede esperar… lo más que se hizo en este sentido lo que llevó adelante Kiko Quirós para construir los trazados se descenso BTT por el Monte Deva.


Retorno a la ruta, para seguir hasta el enclave que reparte los flujos hacia Santurio  y la Casona de Rato, para seguir en nuestro caso de frente, ahora en franca orientación Sur, por el llamado Camino de Santa Olaya, hasta cruzar a eso de los 8 km otra significativa encrucijada,  con un claro ramal que va por la derecha hacia San Pelayo, al valle de Candanal,  y por la izquierda hacia el valle de Rioseco.

El trazado que llevamos nos dice que sigamos de frente hasta otro claro desvío que tomamos por la izquierda para no subir cordal arriba, la cual se vuelve a tomar unos metros más adelante, siguiendo ahora sí por el cumbral adelante y conocida como la de Baldornón.

Se sigue, según dicen algunas cartografías por trazado marcado como PR-AS 118 pero tan desmantelado como el resto de senderos de Asturias.

Desde el último enclave la subida se hace más dura para ganar de esta manera el promontorio de Cima, donde se hallan las antenas de la llamada Sierra del Fario (13, 3 Km)  las cuales dan acceso a la verdadera Cordal del Deva que va por la Cabaña del Marqués hacia la Peña Faba y morir ante el Alto de la Olla, dejando entremedias la riega de Riosecu, pero en esta ocasión la dejamos para irnos por la Sierra de Peón.


Situados ante las antenas del Fario, se vira al Este, para realizar una rápida bajada por el Llano de la Fumarea, hacia el enclave de la Collada de la Fumarea con un nuevo tramo asfaltado hasta completar 15 km., de ruta.

Esta collada  reparte flujos hacia el Sur para caer en  Sariego,  y por el Norte hacia  el valle de Candanal, y  en nuestro caso, no tomamos ninguno de los dos, pues para ir cerrando el bucle  se coge en plano el camino que va a media ladera  hacia la Campera del Caleyu, dejando el ramal que sube va a la Campa de la Morena,  dirección al pueblo de Lluaria.

Nuestra ruta se cierra de este modo el bucle sobre  el valle de Candanal por el camino que recorre toda la Cordal de Peón, que para ser bien del todo habría que cogerla en el Campo la Morena. Pero para ir más cómodo seguimos al abrigo de la cumbral, por la vertiente Oeste por encima del núcleo de la Riera Llaneces para cruzar a los casi que 19 km.,l cumbral  por el cual transita un camino muy modificado por la acción de los trajines maderistas, nosotros preferimos  un camino más tranquilo  por cuyo motivo nos vamos  a la derecha para tomar una amplia senda que va en paralelo a la línea cumbral, pero por la vertiente Este, dando vista al valle de Fabares  y Rozaes, y el amplio valle villaviciosino con vistas a lo lejos de la bocana de la ría en el Puntal. Se rueda netamente hacia el Norte.


 Si tomamos este camino lateral es porque resulta muy tranquilo, tiene unos buenos firmes y se haya muy protegido a los vientos, de esta manera rodamos hasta la Llaguna, punto donde se sale al cumbral de Peón, y por el cual seguimos hasta desembocar en Alto de la Cruz y la carretera VV-8 que une Peón con Villaviciosa.

Estamos pues ante el trazado por el transitan los romeros siguiendo las señales jacobitas, que conviven  con las azules dedicadas al Camino Covadonguino  y que se dirigen al Este hacia Niévares, para de este modo realizar la Ruta del Garrapiellu con destino a Covadonga y que comparte trazado hasta Amandi, con el Camino Jacobeo.

Nuestra ruta en el Alto de la Cruz,vira ahora al Oeste, y presenta dos alternativas, una la que marcan las pintadas jacobeas  que siguen la carretera VV-8, dejando de lado  ladea abajo hasta el PK, 5,5 de la carretera, y que nosotros marcamos con  26, 6 km., de nuestra ruta, y en este caso se siguen las marcas azules y amarillas cada uno mirando en sentido inverso. En dicho punto nuestro trazado vira a la izquierda para entrar por un camino de nueva hechura que baja hacia una primera casa y luego por una estrecha senda hacia La Casona.  Se trata de una bajada por un estrecho sendero a veces un tanto cerrado por la vegetación, el cual no se convierte en camino hasta un poco antes de llegar a la altura de las primeras casas del barrio de la Casona.


 Ahora las marcas jacobeas bajan un poco más, hasta las Casas de Carpintosa y por trazados hormigonados ganar el núcleo más poblado de La Casona. Con las cuales volvemos a coincidir más abajo y ya  seguimos con ellas hasta casi que la finalización de la ruta,

Digamos que aquí  ha habido cambio de trazados y marcas en función de variados  y variados intereses.
  
El otro camino, que estuvo marcado como jacobeo y también como  Camín de Covadonga, es el que se coge tras bajar de la Cruz, a la izquierda, es el primer camino que encontramos y que busca la riega del Escorial y que en parte ella ha sido la culpable de haber puesto patas arriba tal trazado, pues el agua ha desarmado en gran parte de sus firmes, presentando la ruptura de sus firmes, de ahí que para bajar esté medio transitable, aunque de aquella manera, pero para subir digamos que es muy complicado. Este camino tiene las marcas borradas, aunque no sabemos por qué razón y quien lo hizo, si ello se debe al estado o por alguna otra razón

En todo caso nosotros seguimos las marcas azules en dirección inversa hacia el núcleo de La Casona,  cogiendo pronto el eje  da acceso a las casas de Casamoira   y que nos deja ante la iglesia de Santiago de Peón, la cual hoy  poco o nada tiene que ver con el antiguo jalón religioso de antaño, aunque quedan restos desperdigados por el templo actual, de ahí que nadie se acerque hasta su portalada, tal y como se queja algún vecino. Digamos que los peregrinos van  con prisa hacia Santiago.


Sobre este trazado poco nos dice Mª Josefa Sanz Fuentes, en su trabajo de recuperación del Camino de Santiago,  autora que por lo general obvia los inputs de San Salvador, en el caso de Santiago de Peón  solo  nos habla como de pasada de su feligresía.

En todo caso nuestra ruta es obvio que se ha de visitar Santiago de Peón, y como no, también  otro punto neurálgico de la ruta, en este caso gastronómico como es Casa Pepito, donde se impone un descanso para escanciar un culín de sidra y comer un huevo cocido, que para los peregrinos es reconfortante tras ganar el Alto de la Cruz y la posterior bajada desde el Alto La Cruz, topónimo que se repite con bastante asiduidad en muchos caminos de peregrinaje.

Tras salir del yantar de Pepito, se cruza el río España por el puente de Llantao, para ascender por la derecha de la carretera  AS-331,  que va al Curviellu, pero nosotros lo haremos por un camino lateral que sube por el barrio del Requexu,  camino amplio aunque en algún punto se estrecha y se hace subida técnica  para dejarnos ante un tramo asfaltado mediante  el cual se llega al Alto de Curviellu ya con 31, 2 km rodados. La vista sobre el valle de Peon, y lego sobre el poblamiento gijonés es impresionante.


El Camino jacobeo baja por la carretera abajo y se desvía un poco más abajo hacia  La Olla, tal y como dice Maria Josefa Sanz  para luego seguir hacia el Mirador y seguir ya en la parte baja del valle  por El Estanco y La Pontica hacia Villamanín   y la Guía.

Sin embargo  hay algo que no me cuadra en ese relato, pues el Camino trazado por esta estudiosa del Camino,  deja de lado dos input tan importantes como la fuente de los Güeyos del Deva, y desde luego la iglesia referencial dentro de la Vereda de los San Salvadores,   como es la de Deva,  hoy anexionada al muro de cierre de la finca del Chalet de los Conde  de Revillagigedo, conocida como Quinta el Conde. Y que se su portalada presenta un escudo armorial bien conservado.

Y aquí vuelve a suceder los mismo que en Peón, que no queda casi nada del antiguo templo prerrománico que estaba a su vez vinculado a un viejo monacato de los siglo X u XI.  En la portada hay una vieja inscripción que dice:En nombre del Señor Jesucristo, por amor del cual la reina Velasquita, hija de Ramiro, edificó el templo del Señor Salvador. Aquí se guardan las reliquias, para que ella reciba premio digno en el seno de los santos, viva aquí feliz y consagrada y consigan el reino de Dios. Amén. Con lo cual se consagro este templo.


Dicho templo se donó por la reina Velasquita a San Salvador de Oviedo, a pesar de estar retirada después del repudio por parte de su marido Bermudo II, esta parece ser que donó al monasterio de las Pelayas de Oviedo todo el conjunto, lo que lleva algunos historiadores a pensar que esta donación pueda ser falsa estando Velasquita recluida en San Pelayo

Al conjunto de la fuente de Deva y la iglesia le dedica el escritor Xurde Morán todo una entrada la mar de interesante Por el Amor de la reina Velasquita.

En este punto concluye nuestra ruta sigue unos metros para desembarcar de nuevo en el aparcamiento del Camping de Deva donde hay un albergue de peregrinos.

·         TRACK DE LA RUTA WIKILOC
·         BOOK FOTOGRÁFICO

© Victor Guerra

Rodando por las Veredas de San Salvador de Cornellana

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Punto de Salida y Llegada:  Cornellana
·         Puntos de Paso.Sobrerriba -Llamas-Casazorrina- La Devesa-Otero-Cermoño- Laneo
·         Longitud de la Ruta:  34 Km
·         Horario de la Ruta: 4 horas
·         Desnivel acumulado de ascenso y descenso:  871 mts.
·  Participantes:  Juan Piñera, Javier Paredes, Luz Fernández, Albano Capezzali y Victor Guerra

Situarse en Cornellana, es llegar a uno de los principales inputs de las Veredas del Salvador, lo cual se ejemplifica muy bien con la presencia del monasterio de San Salvador,  una de las puertas del Occidente Astur.

Atraídos por tanta leyenda, nos convocamos ante el monacato de Cornellana que data  del 1024, cuando una hija del rey Bermudo II y la famosa Velasquita de León, Doña Cristina, dona unas propiedades y una iglesia, la cual no sin trasiegos heredaron los monjes negros de Cluny en el 1122, y cuya heredad  pasando el tiempo dado que el cenobio había roto las relaciones con la Orden borgoñona será fruto de varias disputas entre las cuales se hayan  años adelante a propietarios  castellanos, ya que en el 1536, este monacato pasará a depender de los cistercienses de Valladolid, que como primer paso hacen imperar  el sello mesetario con la colocación del escudo de Castilla y León  en la fachada de la iglesia.


En definitiva, estamos ante dos formas de ver y actuar en el mundo medieval, por un lado Cluny, y por el otro la reforma del Cister, ambas entidades se sitúan en la frontera entre el decaimiento del mundo visigodo y la reforma gregoriana y el rito romano.

Este es el marco histórico monumental del que parte nuestra ruta que toma como referencia Cornellana para hacer un bucle no muy complicado por estas tierras entre Grao y Salas, uniendo dos valles fluviales, el del Nonaya y el que riega el río Narcea, punto de confluencias y divergencias, de varios Caminos: el Primitivo y las variantes hacia el de la Costa.

Preparamos las trotonas ante el desvencijado monasterio de Doña Cristina, par salir a rodar unas cuatro horas, no sin antes tomarnos un café en uno de los vetustos locales de Cornellana, el Café Casino, y hábilmente pertrechados para ruta, ponemos rumbo al monasterio para rodearlo camino de Sobrerriba, para lo cual seguimos las marcas jacobeas, pues nuestro destino es llegar a las puertas de Salas, siguiendo las flechas amarillas que van al Oeste.

El monasterio que sufrió en sus diferentes épocas las extravagancias de monjes y señores, queda bien a las claras en la descompensación arquitectónica del edificio, que parece más bien un corte y pega, que un proyecto del pasado que se va modificando con el pasar de los años.


Vamos rodando a la vez que tomamos pulso a la dimensión del complejo monacal abandonado desde hace lustros.

Se dice que en su tiempo fue monacato dúplice, de monjes y monjas, pero no parece que haya dejado mucha huella en  la localidad, que más bien parece dar la espalda a tal equipamiento, más allá de la existencia de una pancarta en la balconada que recuerda que vana cumplirse los mil años de su nacimiento.

De nuevo en el viejo trasiego caminero, este se ha modificado, pues la presencia de la Autovía del Cantábrico, nos hace dar una pequeña vuelta  para subir  directamente hacia la aldea de Sobrerriba. Subimos por el acceso rodado que nos da una impresionante vista sobre el monasterio y la villa de Cornellana, que desde hace años tiene más puesto el ojo en los temas salmoneros que en temas de monjes y Caminos.

Nada más dejar atrás el panel de la Sobrerriba, una vieja casona rural a nuestra derecha nos muestra en uno de los laterales el escudo de los Longoria de Tejero con un impresionante león rampante ocupando todo el blasón.


Se sigue carretera adelante, subiendo hacia el poblamiento de Sobrerriba que se cruza en ascenso siguiendo las marcas jacobeas, pues no en vano por aquí transita el Camino Primitivo.

Camino este, que siguió Alfonso II el Casto, que más que ir a venerar el sancti jacobi, su idea era traerse  lo que allí hubiera para San Salvador de Oviedo que era su sede y a la cual su anterior parentela habían traído importantes reliquias, pero fue imposible.

Aquí en Cornellana, se puede decir que es punto de fuga, junto con Grao y La Espina de los romeros a Santiago, pues si la cosa pintaba mal climatológicamente hablando, pues todavía quedaba cruzar las tierras de Tineo y los puertos del Palo y el Acebo, los Hospitales no eran más que un atajo ganadero, por tanto llegados a Cornellana, estos se iban por el hoy conocido Corredor del Narcea hacia la capital que fuera del reino, o sea Pravia, y de esta manera empatar con el Camino del Norte, hacia otros jalones dedicados a  San Salvador,  y además se iba hacia la villa obispal de Mondoñedo.


Nuestra ruta una vez en lo alto del pueblo sigue por un amplio camino que nos va poniendo en situación sobre los que nos espera, una traza que coge en primer término altura sobre el río Nonaya   y que  nos presenta un bonito trazado  que luego se echa en descenso, algo estrecho y con algunos puntos que merecen atención técnica, y que pronto nos dejará ante el pueblo de Llamas, cuyos entornos reconoceremos por la presencia de las instalaciones  dedicadas a la molienda de  areniscas.

Se cruza  la rica pradería de los Pradones, por terrenos asfaltados  dejando atrás uno de los escasos palomares circulares de la zona, y con vistas sobre los núcleo de Espinedo y la Calzada, por donde debió discurrir el viejo camino en su día, y que ahora lo hace la nueva construcción de la autovía que se va articulando aunque sin saber el destino final.


Se pasa por el puente de la Carril y el enclave de Las Chamargas, hasta desembocar en el puente de Villampero, que nos da acceso a una larga recta que nos deja ante la impresionante fuente de Santiago, que conlleva la presencia de un gran lavadero. Estamos en la parroquia de Villazón, en cuyo dominio se dice que hubo otro monasterio datado en el 1219.

Nos irán asaltando a lo largo del camino los singulares hórreos alzados sobre diversas construcciones, los cuales presentan muy diversas soluciones y presentaciones estéticas

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Unos metros más allá, otra fuente en este caso la de Foncaliente o Fontecaliente, que no es tal cosa, pues el agua es más bien fresca, la cual tiene un bebezón lavadero adosado. 

Se continua por la vera del Monte Picarosu, pegados de nuevo al río Nonaya, por firmes de tierra y trazas camineras, hasta desembocar en el puente de Casazorrina construido sobre el siglo XVIII para entrar en dicho pueblo que cuenta ahora con un singular albergue peregrino.


Desde Casazorrina, con 8 km., rodados, se cruza todo el pueblo a lo largo y se continúa por camino de tierra, para pasar por delante del caserío y torre de la Devesa que en su día compró el historiador Javier F. Granda, autor del libro sobre Masonería y la prensa franquista.


Trayecto muy bonito que nos lleva a cruzar, dejando atrás la Devesa, la autovía mediante un túnel y la vieja carretera 634 ,   para continuar por una estrecha traza  hasta concluir en el pueblo de Mallecín, renunciando a entrar en  la villa de Salas, pero les invito a visitra la villa y pasear por sus calles, merece la pena, pues se entenderán mejor algunas cuestiones históricas sobre fueros e hidalguías.


En nuestro caso, cerramos el bucle  virando al Sur en Mallecin, para rodar unos cientos de metros por la carretera AS-266 hasta la Barrosa, donde se entra a la izquierda, hay un viejo camino que viene directamente de la Devesa hasta el Puente La Riba, pero nosotros lo obviamos, para cruzar el  citado pontón la riega Paraxas y subir ya por tramos asfaltados  por los predios de Otero, eso si  todo  asfalto hacia el núcleo de La Sala y dar vuelta de este modo al Pico el Cerro. Tras coronarlo se abre una nueva posibilidad  más caminera, ir hacia Cermoño por el Monte la Cuesta  tomando el camino viejo que bordeando va hacia el caserío de Reguera Oscura  y desembocando de este modo en la aldea de Cortes, para luego luego virar a Cermoño.


Nosotros nos fuimos dejando llevar por los trazados cómodos de los caminos asfaltados hasta alcanzar la aldea de Cermoño, y visitar su iglesia dedicada a  Santa María(1866) la cual lleva cementerio adosado.

 Me resultó curioso en el panel informativo parroquial encontrar noticias sobre la iglesia luterana en Oviedo.


Con relación a este enclave situado al  pie sureño de la Sierra de las Traviesas  me extraño la poca  información se encuentra en la Red, y sin embargo su iglesia nos habla de  cierta entidad  y dominancia, 

Y debió de tener cierta importancia en su tiempo y  máxime cuando hablamos de un enclave estratégico, pues de camino hacia La Ballota, ante cuyo destino nos desviamos para entrar hacia la Casa de El Picunal, topándonos  con un par de casamatas de la guerra civil, desde cuyas troneras se  domina el valle y las orillas del Narcea, un poco más abajo el camino nos ofrece impresionantes balcones con vistas al río Narcea, pues no en vano estamos encima del pueblo de Bárcena y del propio río.


Nos echamos desde El Picunal ladera abajo por un intenso sendero que le da la vuelta al promontorio de Los Pezones. Un sendero estrecho que nos coloca en el pueblo Álava, donde toma el acceso rodado que un poco más abajo nos permite desviarnos a la izquierda  y coger el PR-AS. 128 Ruta del Salmón  que vira al Este,  y con 24, 7 km rodados, poder  seguir a la vera del Narcea, por lo que fue la vieja plataforma ferroviaria, de Muros hacia Cangas de Narcea, cuyo proyecto ferroviario quería llegar a Villablino, aunque nunca llegó a funcionar.


Ahora tal infraestructura,m bien dentro de ella o en sus aledaños nos permite rodar cerca del rio Narcea.

Me choca lo limpio que está el sendero, dado el abandono general de la infraestructura senderista, volvemos a estar cerca de los predios jacobeos, como topónimos como L´Hospital  que se haya en la parroquia de San Bartolomé y ubicada al otro lado de la ruta y del Narcea,



Tras un buen trozo de  rodadura, unos 2 km., se entra en la aldea de Laneo, donde no solo se puede admirar  una buena colección de hórreos levantados sobre otras cimentaciones, sino tambien viejas casonas hidalgas como la casa de los Condes de Peñalba  de los siglos XVI y XVII, o la de los Longoria Rivera, o la del Llagar. 



Y como no, los secaderos de tabaco que en su día acogió las primeras plantaciones  de hoja de tabaco para la empresa holandesa Mont Tabac, y luego para la española Tabacalera, de aquello  ya no hay nada, ahora las fértiles huertas se dedican a la faba asturiana, que tiene pinta de darse bien.


De Laneo, se  sale virados  al Norte, siguiendo la fértil ribera del Narcea que contribuye a la zona con buenas tierras de limo,  

Se continua por el citado PR-AS 128 para  entrar de nuevo en los predios de la leyenda acerca de una vieja osa que rapta un hermoso bebé de los Señores de Doriga, que al ser encontrada por unos labriegos se pudo ver cómo la criatura era amamantada por la osa. 

Leyenda que en este caso valió como excusa para levantar una iglesia en honor a tal hecho, y que fue puesta bajo la advocación de San Salvador y cuya efigie osera podemos ver representada en los muros del monasterio.


Entre realidades, utopías, y vagos sueños y leyendas concluye esta pequeña ruta sobre uno de los inputs más importantes de las Veredas de los San Salvadores, las cuales cruzan de Norte a Sur y de Este a Oeste toda la región asturiana, y que vamos repasando en nuestra rodar ciclo montañero.
© Victor Guerra

Veredas de San Salvador por Tierras Carreñenses

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  • Punto de Salida y Llegada: Candás
  • Puntos de Paso: Perán-Dormón-Albandi- El Empalme-Monte Areo-Güermo-Ambás-Arquiella
  • Longitud de la Ruta:  28 km
  • Horario de la Ruta: 4 horas
  • Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 470 mt
  •  Participantes:  Luz Fernández, Josías, Javier Paredes, Luis Roza, Albano Capezzali, Javier Riestra, José Ramón Natal, Victor Guerra y Juan Luis Piñera.
Las tierras de Carreño, también encierran su hito salvadoreño, el cual  hallamos en la parroquia de Perlora, un poco apartado  se encuentra la renovada iglesia dedica a San Salvador  lo cual nos está indicando que también en estas  tierras  costeras, con su particular finis terrae (Cabo Peñas) también fueron campo de atracción de los distintos peregrinos.




Bajo esta presencia salvadoreña articulamos un recorrido que nos ha de resultar interesante por varias razones, una ya citada, y la otra porque vamos a recorrer parte de los caminos jacobeos, pero no solo eso, sino que estaremos en presencia de otros trazados históricos o historicistas, unos dedicados a la siderurgia, y otros a la figura de Alas Clarín, o incluso a la aviación.


Estos y otros elementos como los paisajísticos o medioambientales son los diversos puntos de atracción que nos sirven para articular una ruta de bicicleta de montaña, bajo la peculiar visión de este grupo biker (BTT ASTURIAS)  el cual coordino desde hace más de 13 años.

Nos echamos al monte, tomando antes un café mañanero en el puerto de Candás, y tras ello ponemos rumbo Este, yendo por el bucólico paseo marítimo candasín  camino del enclave de Perán, desde cuyo punto nos acercamos a visitar la renovada iglesia de San Salvador de Perlora, que poco tiene que ver con un viejo hito salvadoreño, ya esta fue reconstruida en 1940 por el contratista Manuel Pérez, por efectos de la devastación de la Guerra Civil, luego  fue vuelta reformar en 1998,  por tanto ningún resto nos queda de aquella otra vieja construcción,

Ya que además el viejo templo y a la vez cenobio que se conocía ya desde el año 863,  cuya existencia  se desarrolló bajo la regla de San Benito, el  cual fue donado por la reina Urraca a San Salvador de Oviedo, pues resulta que el emplazamiento del monacato se supone que estaba en el promontorio donde hoy ocupa el camping de Perlora. 

Aunque de esos restos no queda nada salvo la reseña histórica.



Tal es el desastre del olvido histórico, que por ejemplo apenas sabemos que dichas propiedades pertenecíeron años más tarde a  la Abadía de Arbás, junto  con el puerto de Entrellusa, en el cual desde 1232 ya hay noticias de pesquería de ballenas, cuyas capturas  tanto se prodigaron por las costas asturianas.

Hablando de aguas y puertos, algún historiador ha comentado que por aquí recaló parte de una gran expedición de  cruzados, que iba camino de Santiago, y que por circunstancias varias, temporales y demás,  terminaron algunos de ellos desperdigados por los puertos asturianos.

Fuera como fuere, apenas hoy nadie nos habla de estas curiosidades, por tanto tras este  breve apunte historiográfico, seguimos hacia  el centro de la ciudad residencial de Perlora, da pena ver el estado en que se encuentra, lo cual  da idea de nuestra corta idea de la innovación, de las posibilidades del territorio y  de los equipamientos, pues han pasado años y ahí está muriéndose de risa.


Cruzamos la vía del FEVE, para subir por los repechos de la Estaquera hacia los grupos de casa  del Dormón  y Monte Morís,  que nos permite tener importantes vistas sobre la rasa costera y los acantilados de la zona.

Se sale a la vieja traza de la carretera AS-118, dejando de lado la reconstruida iglesia de Santiago de Albandi, emplazada en el barrio de la Rica, y que ha cambiado la imagen del Santiago matamoros, por un Santiago peregrino, lo cual nos devuelve a la idea de otros caminos jacobeos, fuera de los oficializados, una iglesia dedicada a Santiago, luego otra dedicada a San Salvador, eso no puede ser una casualidad.


Nosotros, seguimos a los nuestro, dar pedales  y en ello nos ponemos, para bajar por la vieja arteria del Alto Carrió, o sea la Cuesta Albandi  hasta desembocar en el enclave del Empalme.

Es temprano para unos callos y una botella de sida el bar de la zona, o sea que miramos con envidia el establecimiento, y cruzamos la AS-19 para  rodar por ella dirección a Gijón unos minutos para entrar en la  vaguada de la parroquia de Pervera, desde cuyo enclave apenas haber entrado en dicho valle  se toma a la izquierda un ramal por el cual se asciende mediante duros repechos por el lugar del Monte hacia el enclave del Monte Areo.


Se enlaza de este modo ya en lo alto de la sierra  con el marcaje del GR -100 Ruta de la Plata que cruza todo el Monte Areo, cuya traza no deja de ser la vieja cañada del Reguerón, y por cuyos predios y parajes se desarrolla el oficializado camino jacobeo.

Una vez en este entronque de caminos, se gira al Oeste, para cruzar todo el cumbral del Monte Areo, que si vamos más atrás nos hallamos en las mismas trochas por donde antes desfilaron las tropas romanas desde Lucus Asturum hacia  las famosas aras sextias del Cabo Torres,

Aunque para gustos hay colores, y por tanto hay quien pone en solfa la ubicación de las famosas aras sextianas, en la Campa de Torres, Para quien  guste de intensos debates históricos, aquí le dejo el enlace sobre la temática de tales emplazamientos


Continúa  la traza por las amplias pistas que cosen en cuadrículas el Monte Areo, siguiendo el GR-100 de la Ruta la Plata, por cuyos parajes no solo hay un montón de historia documental, sino que por esas extrañas tierras, sin apenas agua y agrestes como ellas solas, hay desperdigados un buen racimo de enterramientos neolíticos que se pueden visitar. además de que hubo en su tiempo ventas y algún que otro enclave religioso, de lo cual no queda nada, salvo algunas anotaciones como la muerte de un peregrino o corraxo (transeúntes pobres, o sea mendigos, como uno de Salas, de nombre Perdro Solis  que dejo su alma en  1740  por estas merindades.

 El GR-100 se echa hacia el valle de Serín por la bajada que presenta el paradójico lugar del Caminllanu, nosotros sin embargo dejamos la invitación de lado, y persistimos en el rumbo Oeste, rodando por el cumbral adelante, pasando por unos caminos totalmente encharcados, por cuyas cajas pantanosas rodamos como podemos, hasta dejarnos caer por la vertiente Este del cumbral de Areo, para desembocar en uno de los barrios de la desperdigada aldea de Güermo, y ya por asfalto llegar a la iglesia de Santiago de Ambás.

Lo cual me lleva a pensar si el camino jacobeo del Monte Areo  no vendría  más bajo, os ea desde Pervera, cruzando a  la vega de Guimarán  y pasar a Ambás  hacia el Tabaza. Salbo que el río Aboño viniera muy alto y fuera mejor subir por el Monte Areo. lo cierto es que se abren muchas hipótesis., 

Eso sí, llega la hora de reponer fuerzas y por cuyo motivo nos detenemos unos minutos para reconfortarnos a techo, pues el agua nos persigue, por tanto nos ponemos a cubierto en el manantial lavadero de Hüermo  o Güermo, cuya data se conoce desde 1872, y de cuyos caños mana un buen chorro de agua.

Tras ello nos vamos valle abajo para rodar unos minutos por otra de las sendas clásicas de esta zona como es la Vía del Estratégico, un trazado ferroviario por el cual se llevaban las coladas de las acerías entre Avilés y Gijón.

Para llevar a cabo tal cosa se cruza parte de la la amplia vega de la parroquia de Guimarán, en cuyos predios hoy se han convertido en una extraña senda peatonal y ciclista, y en cuya inmediaciones  antaño hubo un antiguo campo de aviación republicano.


Pero nuestra ruta da la espalda a tal emplazamiento para subir por el carril de la CE-5  y cruzar de este modo  hacia la otra arteria la que divide de Este a Oeste el valle Logrezana y Guimarán, o sea la carretera que va desde Gijón a Trasona, la AS- 19, la cual se ha de cruzar con cierto cuidado, dada la velocidad del tráfico, ante estas imponentes rectas de Guimarán.

Al otro lado de la carretera viejas casonas hidalgas y como no, la hermosa edificación denominada Quinta de Clarin, ubicada en el barrio de la Rebollada. Aquí pasó largas temporadas veraniegas, el escritor de La Regenta Leopoldo Alas “Clarín”, con cuyo bisnieto, Leopoldo Tolivar Alas, tuve el honor de presentar no hace mucho, mi libro La Masonería en Oviedo.


Bordeamos la casona clariniana, visitando  de paso otra fuente, en este caso la de Cellero, con lavadero, esclaradero y abrevadero,  que viene reflejada en algunas obras de Clarín.

En esta misma zona había antes un viejo camino, pero ahora ya no existe, ante lo cual  lo que hacemos es bordear por debajo de la citada Quinta, para subirnos a otra cumbral mediante el seguimiento de las rutas clarinianas,  y ya por la Loma de la Cortina ir al Noreste  hacia el lugar de Pinzales.

La idea era bajar hacia la hondonada de Campamal, para seguir contemplando la sucesión de hórreos y paneras que presenta la zona, pero la climatología se impuso con una terrible tormenta de agua, lo que nos impuso la única alternativa, seguir de frente, hacia el Noreste y seguir  la carretera C-3 para bajar por Rodiles y la Pedrera de nuevo hacia  Perán, cerrando de este modo una bella ruta sin muchas pretensiones por los predios carreñenses donde se levanta un input dedicado a las Veredas de San Salvador.


Vereda que irá a buscar, no se sabe bien el trayecto, pero sí que sabemos que Candás tuvo un nutrido hospital y muchos fallecimientos, como recoge el libro de difuntos.

MªJosefa  Sanz nos habla de un camino el cual los romeros tomarían  pasando el río Aboño en barca y siguiendo el Camino Real de Gijón a Candás, y en ese sentido no sé sin con barca o sin ella, o tan pegados  a la costa el hecho de que en Albandi hubiera una iglesia dedicada a Santiago y luego un San Salvador, que la historiadora menciona, nos hacer ver que había más caminos para seguir hacia Santiago o hacia San Salvador de Oviedo, pero a buen seguro que iría por la costa adelante hacia el resto de emplazamientos salvadoreños ubicados en Belén, en Piñera, o en Tol..

Enhebrando así mismo y de forma paralelo la traza jacobea de la Costa.  


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© Victor Guerra

Veredas de San Salvador. Rodando por Tierras Alleranas

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   Punto de Salida y Llegada: Cabañaquinta
·         Puntos de Paso. Alto de la Colladona-Orillés- Serrapaio-Soto- Rozá
·         Longitud de la Ruta:  22 km
·         Horario de la Ruta: 3 horas
·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 815 mts
·         Participantes:  Javier Riestra- José Ramón Natal- Javier Paredes- Juan de Bello- Victor Guerra



Las tierras alleranas ofrecen al ciclomontañero un sinfín de rutas de una latitud a otra del concejo, y en esta ocasión más que subir a las altas cotas que lo pueblan, haremos una sencilla ruta partiendo del Cabañaquinta, que también cuenta con su input salvadoreño.


La ruta parte del polideportivo de Cabañaquinta para pasar por delante de la imponente iglesia dedicada a San Salvador, toda ella reconstruida después del 37, no quedando restos de anterior templo; el itinerario toma dirección al Ayuntamiento y de ahí dobla hacia la plaza del Doctor Castañón, que nos da acceso al camino del barrio de La Casona.

De buenas a primeras y desde un principio el trazado nos enseña lo que será la ruta, una dura subida hasta el mismo Alto de la Colladona. Pues así nos recibe el barrio de La Casona con un duro repecho nada más empezar, el cual se hace por asfalto para concluir al poco más allá en un amplio camino que presenta por momentos algún que otro repecho de quitar el hipo, poco a poco se va cogiendo altura sobre la capital allerana y sobre el propio valle.

Tras los típicos descansos para retomar la subida nos podremos pudiendo fijar en los detalles que presenta el valle por el que subimos. El trazado solo presenta un desvío que va hacia la ermita de la Virgen de las Nieves, el cual es preferible tomar para salir de este modo a la carretera AS-252 y subir por ella hasta el Alto de la Colladona.

De no hacerlo, y de seguir el track el camino nos dejará ante un tramo de mala senda, que nos obligará a empujar la trotona por un buen tramo cuesta arriba, y por una senda medio perdida, hasta poder llegar de ese modo al Alto de la Colladona.

Lo cierto es que ha habido una confusión en la dirección a tomar a la hora de empezar la ruta, pues la idea era subir hasta la Colladona, pero por la zona de Levinco, y bordeando la Sierra de Pelúgano desde el pueblo del Escobio ganar el alto de Rosellón, pero el despiste en la arrancada nos ha llevado  hasta este trazado, y ya en la Collaona se tomço la ladera derecha del puerto dirección  hacia el Alto de Rosellón, con mucha subida y  siempre empujando la trotona, a los pocos minutos  optamos después de un tramo cuesta arriba, virar  y poner proa de nuevo hacia la marcada collada divisoria entre los valles: allerano y lavianés, La Collaona,y reestructurar la ruta.

Al llegar al Alto, nos encontramos con un biker del pueblo de Bello: Juan, que estaba observando nuestras evoluciones por la pelada ladera del Rosellón.  Le contamos nuestras cuitas, y resolvemos seguir la misma ruta que él llevaba para esa mañana, que nos es otra que virar al Oeste tomando la Sierra de Logalendo como referencia camino en primer término de la Collada Ablanu.


Un transitar tranquilo por amplios trazados de tierra, disfrutando del espléndido día, lo que nos permite ir observando todos los vericuetos del valle. Se va ciclando por debajo del cumbral que jalonan el Pico Mentol y el Cueto del Parral, parando en algún recodo del camino para contemplar bajo nuestros pies las laderas boscosas que caen sobre el valle de Cabañaquinta.

En ese rodar, Juan nos va contando sus cuitas ciclomontañeras por estos lares, casi siempre de “solanas”. Seguimos hasta las portilleras que no hay manera de abrir y que obliga a saltarlas, pasando las bicis de un lado a otro, me viene a la cabeza, cuando me llegue la e-bike, en cómo me voy a arreglar para subir 24 kg de trotona por estos telares. Los compañeros se ríen pensando en la escena.


Pasadas las portilleras, se deja un poco más adelante el ramal que va por la Collada Caballos hacia la Burra Blanca, que es el mismo recorrido que realiza los famosos Anillos Ciclistas que un día diseñé para el la Comarca  de la Montaña Central de Asturias, y que este caso partiendo de Cabañaquinta suben por Orillés hacia La Colladiella y la Mozqueta. Hoy prácticamente dejados de la mano de los hombres y de las instituciones.

Nosotros dejamos el desvío camino de la Campa Ablanu, desde la cual se divisa la subida de los Anillos Ciclistas que trepa por el valle turonés de Urbiés hacia el pico Tres Concejos. Tras la contemplación seguimos persistiendo en el rumbo Oeste, con cierto cuidado pues todavía andan por estos lares las cuadrillas del jabalí. No se siente los perros, pero están colocados en los puestos los tiradores en la bajada hacia Orillés, que es nuestra ruta.

Desde la collada Ablanu, la ruta toma otro sesgo, ya que se emprende una bajada por la ladera abajo, la idea  era seguir hacia la majada de la Felguerosa, cuya propuesta no triunfa, por cuyo motivo seguimos por el desenfrenado descenso hasta las mismas puertas de Orillés, pasando al lado de los pocos prados que quedan en la zona  como el de Llario, y por Les Tercies se llega al desvío del Pozo minero San Fernando, (1942) y dado el día merece la pena visitarlo, ya que sigue siendo increíble cómo está de  bien conservado después de haber sido cerrado en 1967. Si quieren más información ya saben el enlace de Antón Saavedra aporta bastante sobre el asunto minero de la zona.

Tras un buen rato, disfrutando de la zona y las vituallas, el amigo Juan se nos va, y nosotros nos vamos con más calma por donde hemos venido para bajar al pueblo de  Orillés, y tras saludar a las buenas mozas del pueblo ya haciendo faenas en la huerta nos vamos por su acceso rodado que nos lleva a la aldea de Serrapio, situada en lo fondero del valle.

Nos detenemos como es menester ante la esotérica iglesia de Sarrapio, con sus singulares señas de identidad, según algunos templaria, por aquello de la  “cruz patadade la puerta, dentro hay más vestigios históricos que no se pueden ver, como son las placas pétreas que se encontraron, y referidas a diversas épocas y distintos orígenes, algunas de las cuales  es difícil de datar, y que dan origen a diversas especulaciones, algunas presentan alguna que otra dudad, y máxime cuando algún  reseñador de turno nos dice que la otra cruz patada del interior y custodiada por dos ángeles, es la cruz de la victoria.


Otros en cambio, nos dicen que enfrentados ante la explicación de la cruz de la puerta, en la cual dicen que además de ser un “cruz pate” estos ven en su centro una hexapétala, cuando en realidad estamos ante un simple trisquel, y otros autores como María Menendez Maldonado, la cual construye todo un universo esotérico con alambicadas construcciones dialéctico alquímicas y herméticas muy interesante y extrapolable…. Pero con ciertas deficiencias en su construcción. Será bueno para no hacer un lío y enredarse  en temas raros, leerse la tesina de Rosa Álvarez Fernández que está en algunas bibliotecas asturianas.


Mis compañeros no vieron nada de eso, y se dedicaron a estudiar el horizonte, yo me he quedado pensando en el asunto templario, y adelantarles  que hes visto en algunas otras zonas cruces patadas de diferente forma, y tamaño, que se vinculan directamente con el temple, sin que nadie estudie de forma detallada su forma, su estructura y su datación, y  estas no se han puesto en contraste con la propia historia del temple en España

Es muy posible que de llevarlo a cabo igual hay algunas cosas que no casan bien, por lo cual no descarto nada, pero hay que darle vueltas a todo este asunto de los templarios en Asturias, que por lo que parece estaban en todos los sitios según las cruces patadas que vamos encontrando, y sin embargo solo tenemos un documento pétreo en la arquivolta de la basílica de Santa Maria de Llanes, y ningún documento en papel y de peso, más allá de las leyendas de aquí y de allá.


Nuestra ruta continúa y se va por el acceso interior de subida a San Vicente de Serrapio, para buscar el valle y el eje comunicacional que lo atraviesa la AS-112, donde giramos a la derecha para allegarnos al núcleo de Santa Ana, donde se dobla sobre la izquierda cruzando la vía del FEVE y río Aller para entrar en subida en la aldea de Soto, con su torre medio desvencijada que fue levantada por un cuñado de El Cid,  un tal Díaz de Aller, y sobre cuyas ruinas ha habido tantos proyectos que cuando quieran llevara alguno adelante seguro que ya no habrá torre.


Nos hemos de olvidar que estamos en medio de una de las Vereda de San Salvador, en este caso de una vía que penetra Asturias por varios ramales, uno por el puesto de Piedrahita, por la Tercia,  por donde vendría un camino cruzando todo el valle de río Torío, el otro ramal importante de comunicación por los Argüellos, por la Calzada Romana de Lugueros y llegaría a Casomera  a través del puerto de Vegarada, y el tercer camino vendría pro San Isidro, que es el más difícil de escudriñar.

En  ese tronco salvadoreño proveniente de la meseta leonesa, tenemos por un lado el Castillo del San Salvador de Santa Colomba del Curueño y también la iglesia de San Salvador de Robledo de Fenar y San Salvador de Yugueros, lo que no es poco y es una ruta que viene de la zona de León por Villaquilambre y de los entornos del Puente Villarente.


 Esas tres penetraciones hacen del Concejo de Aller toda una patria esotérica con todo tipo de misterios,  y edificaciones, y muchas de ellas sin explicaciones claras. ¿Pero qué territorio las tiene?

En Soto tomamos el camino que se echa hacia la vega y que sigue la vera del río hacia las cuadras del Fundil y por Espineo nos vamos a tomar el vetusto puente colgante, que ha desaparecido, por lo cual no queda otro que subir a encima del túnel que hay bajo el gran talud de la circunvalación y se toma un sendero que nos baja hasta la otra boca del túnel, y con cuidado se cruza para  tomar no el puente de Rozá  y entrar de este modo en Cabañaquinta.  Es un poco complicado el paso.

Esta es la explicación cabal de la dejadez del sistema, por este puente iba el Anillo Ciclista, la nueva circunvalación a cortado el paso, y nadie se ha preocupado de informar y de cambiar la señalización o el trayecto para entrar en Cabañaquinta.


Quien no quiera hacer este camino puede subir en Soto hasta la Ermita de Miravalles y luego seguir por el carril que cruza varios pequeños núcleos y acaba ante el barrio de la Rozá, por el cual se entra en uno  de los mayores input salvadoreños del Camino Allerano a Cabañaquinta.

© Victor Guerra


Veredas de San Salvador. Por el Camino de los Francos

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Punto de Salida y Llegada: Panes

·         Puntos de Paso: Abándames-Cavandi-Llonín-Alles-Trescares- La Molinuca-Robriguero-Puentelles.

·         Longitud de la Ruta:  35 km.

·         Horario de la Ruta: 4 horas

·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.022

·         Participantes:  Javier Riestra- Javier Dolado. Ivan Menéndez y Victor Guerra


Dedico esta ruta al amigo Cecilio F. Testón, ahora que rodamos por sus tierra y parajes.


En ese empeño personal de ir articulando diversos inputs salvadoreños que se dan en Asturias y jalonan el Camino hacia la morada del Señor, como es San Salvador de Oviedo, arrancamos desde la cabecera oriental de la región con dos importantes inputs situados en Abándames y Alles, y en torno a ellos construimos esta bella ruta por las Peñamelleras.


El punto de partida no es otro que la localidad fronteriza de Panes, por cuyos lares entra un desconocido camino peregrino denominado de Los Francos, o sea de aquellos procedentes de Francia que buscaban en la peregrinatio: viaje y ocupación.
 


Un trazado que desfila por el surco prelitoral, (depresión mesoterciaria), que en estos predios va protegida bajo la ladera Sur de la Sierra del Cuera, a modo de un camino de invierno y fuera del alcance de las intemperancias invernales de la rasa costera.


Aquí  en Panes empezamos nuestra ruta, no sin antes saludar a Antonio Ruagarcia Cosío del Hotel Covadonga, que, pese a los años, aunque recuerda cuando por los años 90 recorría estos territorios para armar mi primer libro sobre Recorridos de BTT por los Picos de Europa.


Tomado el café en su local, y en medio de una fría mañana que está a punto de ofrecernos un día espléndido, arrancamos hacia el enclave de Siejo, cruzando los dos importantes ríos, uno lebaniego y el otro cabraliego, ambos entregan sus aguas al Cantábrico en Tina Mayor, o sea que cruzamos el Cares-Deva ya emparejados, para seguir nuestra ruta por la AS-114 camino del marcado desvío que nos lleva hacia la altozana aldea de Abándames, perteneciente al concejo de Peñamellera Baja.


Tras dejar Siejo atrás y al cabo de una recta, a la altura de una casa solitaria, y una especie de refugio caminero, nos echamos a la derecha en dirección al otero donde asoma la Quintana de los Muertos del pueblo de Abándames.


 Nada más entrar en el trazado este ya nos muestra el primer  repecho de la mañana, el cual nos da acceso a  una villa que se articula en torno a un eje que atraviesa de punta a cabo el poblamiento, a la vez que va mostrando la heráldica hidalga del lugar, y una multitud de inscripciones en piedra, que se reparten tanto en nobles muros de las casonas, como la de los Cosío (de estilo montañés), o la del Palenque (renacentista, de principios del siglo XVIII),  o caserón de La Cajiga siglo XVII, hoy reconvertido en un hotel.

 

Entre los blasones destaca el que expresa este tema “Adelante el de Mier, por más valer”., y para reafirmar ese espíritu valentía tenemos la fuente ante la iglesia parroquial adornada con azulejos dedicados al ingenioso D. Quijote lanza en ristre.


Pero no es solo esto, el poblamiento también guarda diversas inscripciones, no tan blasonadas, pero no por ello menos importantes, y que se encuentran en basamentos o  en diversos frontales de las cuadras que se abren al eje caminero.
 

Abándames es todo un descubrimiento, así como su colosal iglesia dedicada a San Salvador, aunque muy remozada, se tiene noticia de varias reedificaciones 1766-1860 y la de 1946, y poco más sabemos de este primerizo input salvadoreño, que abre las puertas a unas impresionantes Veredas que presentan toda una red caminera, y es una pena esa desinformación.


Nuestra ruta ciclomontañera se va al Oeste, hacia el altozano enclave de Cavandi, y lo hacemos a través del camino del Suyu, aunque antes habremos dejado a la derecha un ramal que va hacia la casona del Socueto y la capilla de ánimas que hay un poco antes. Nosotros en ese desvío seguimos en ascenso por el camino de la derecha que va hacia el depósito de agua del pueblo ya en franca subida, la cual se deja subir bastante bien, pues los tramos más pindios están hormigonados, lo que a ayuda a superar bien la pendiente. 


De esta manera vamos dando vuelta a la finca y palacio del Socuetu, para entrar en trazados un poco más estrechos y técnicos, pero ciclables, que pasan por encima de una cuadra, la de Naales  y de diversas riegas: Monejo y Arbás para llegar  las cuadras de Camprecie,  que parece fueron enclave habitacional donde, a partir de aquí el camino se vuelve a normalizar, aunque para concluir en Cavandi antes tenemos un repechón hormigonado de tres pares de narices.

Ya en Cavandi, lo lógico sería ir valle abajo hacia Llonín, pero los caminos parecen a ver desaparecido, por tanto, se toma el carretil acceso al lugar y por él uno se deja caer, en primer término, hasta la Ermita de San Julián de Cavandi, y sus cruces  florenzadas, muy utilizadas por las órdenes caballerescas, que en este caso está acompañada de una incripción en el año de 1792 se reedifico esta capilla a devozion de Dn Micvel Rubien D   Noriega o Rijinario Deste, barrio de Cavandi del oyo. La pequeña capilla tiene grabadas unas cuantas cruces, me supongo que para el tema de los Via Crucis.


Nuestra ruta sigue pro el acceso rodado de la PB- 4 hasta la aldea de Pará, aunque también se puede bajar desde Cavandi hacia el extraño enclave de Cerébanes con su extraño palacio hoy derruido. En todo caso nosotros nos entreveramos en el pequeño núcleo de Para, y de esta manera bajar hacia el lugar de la Molinuca, ya que el viejo camino ha desaparecido, bueno no tanto, pero aparece en la finca de encima de Santianes, cortado por esta y su cercado.


En un pis-pas en La Molinuca, ya en plena AS-114, nuestra ruta ahora vira al Norte por una pista hormigonada que sube en franca ascensión al pueblo de Llonín, donde nos recibe su curioso lavadero y su inscripción. Puesto que el cabildo de la ermita estaba ocupado para ir a misa, nos tomanos unas futas y de nuevo al camino que en este caso nos lleva por el camino de arriba hacia el caserío de Santo Tomás, donde se dice que un pequeño monasterio, de cuyo recuerdo queda parte de la edificación y el topónimo del emplazamiento y otro prado un poco más lejos denominado como  La Trapa.

 


Desde Santo Tomás, nos queda ahora una subida un tanto más larga hacia el collado Pelea, por unos caminos amplios, que se han utilizado para la plantación de as horrorosas columnas de Alta Tensión, una vez ganada la collada, no queda otra que bajar por el valle que forma la riega Padrino hasta llegar al borde de la carretera AS-345 que viene de Niserias, se cruza para entrar en la aldea de Besnes.


Toda esta zona ha sido rehabilitada como aldea turística, lo cual remata el restaurante hotel La Tahona, al par del cual se sube dejando el molín y la capilla de Besnes. Un poco más allá de la Tahona el camino se vuelve a las viejas tornas empedradas, a modo de camino real, o calzada, pues no en vano por estos lares transitaba la vetusta Calzada de Jana.


De esta manera, dando tumbos por el empedrado del camino se arriba a la capital de la Peñamellera Alta, Alles donde predominan las casonas indianas, alguna de ellas en venta. Alles con su mastodóntica iglesia parroquial, es guardiana de las dos vertientes la que acabamos de rodar, la de Llonín  y la de Arangas.




Tras una parada en el bar del pueblo, nos acercamos a un lugar querido para el amigo Testón, hoy en el Oriente Eterno,  a otro de los grandes inputs de esta Vereda salvadoreña, y que no se reconoce, pues le han cambiado la advocación por la de San Pedro, antes era  San Salvador de Plecín, y no se sabe muy porqué se cambió. 


La llegada a Plecín es impresionante, allí sola en un rellano del promontorio, donde se dice que hubo ya un emplazamiento precristiano, y que fue levantada en el siglo XII sobre una capilla anterior, siendo reformada en varias ocasiones, siendo abandonada en 1877 por el levantamiento del mastodonte religioso que preside a modo de monumento catedralicio la capital de Alles.


Ahí estan las ruinas que jalonan dos de las Veredas, bien la que venía de Abándames o las que provenían de Palencia hasta Liébana, un ramal desde Cantamuda (Camino palentino) o desde San Salvador de Luriezo por el Camino Real de la Montaña. Otra cosa es como llegaban los arrieros, trajineros y peregrinos desde esas localizaciones lebaniegas hasta aquí, Cecilio Testón era de la idea de que lo hacia por Tresviso, cruzando por el colgado sendero del Jargu, hasta las tierras de Cuñaba y por Tresmañó y Bores ganaban el Camino de los Francos.


En todo caso en Plecín nos asombra que estos restos estén medio abandonados, y estos mismos colocados en Escocia, serían fruto de leyenda y preservación.


Mi idea es que lo hacía a través de la aldea de Bejes y la zona del collado de Obesón, ya en Escarandi, para pasar por Tajadura hacia La Galabín  y Tamandón para pasar a la cabecera del río Rubó  y por Trespando bajar al  río Cares por el puente de la Vidre, y desde Trescares por el Forcau, pasar a Alles. En todo caso son caminos difíciles hasta para caminar. 

 


Dejamos esta encrestada zona bajo el faro radiante de la Peña Mellera, para volver  a la entrada de Alles, donde se toma el viejo camino que vira al Sur hacia el paso del Horcau, paso peonil, bastante desastrado, con cierres de alambres y palos varios, y un trazado muy roto, que mejora cuando se toma la vertiente de Trescares, en todo caso en muchos tramos es obligado a llevar la trotona de la mano, aunque el tramo entre Alles y Trescares está en torno a los 2 km. 


En Trescares no queda otra que bajar por la carretera general a Panes, AS-114 con la posibilidad de subir por Mier, hacia la collada de la Serna y bajar luego a Bores. Pero nuestra intención es cruzar por el puente viejo, que se sitúa bajo las aldeas de Para y Robriguero, lo que significa bajar por la carretera ya citada unos 5 km.


Hay que tener cuidado, pues el famoso puente que comunicaba la calzada de Tresmañó, con esta zona pasa casi desapercibido, o sea que atentos a este hermoso puente ojival sobre el Cares que nos da paso a la aldea de Robriguero, pasando antes la ermita de San Pedro de Tobes a la cual nos queda un fuerte repecho para entrar ya en las inmediaciones del templo  en un recorrido más calmo, y máxime cuando se toma el camino asfaltado de Robriguero,que nos lleva hacia Puentellés, con impresionantes vistas sobre el Cuera a nuestra espalda.

 


En Puentellé se gira sobre el río Deva a la izquierda ya sobre  la N-621 para  desviarnos unos metros más adelante a la izquierda y entrar así en el Parque Interpretación del Arborón, pudiendo visitar  al paso la iglesia de San Juan de Ciliergo, que ha sido recuperada de su abandono no hace mucho.


De esta manera se finaliza esta bellas e intensa ruta por las dos Peñamelleras, teniendo com o casi siempre el hilo conductor los hitos salvadoreños y el importante valor patrimonial de estas tierras.


·         TRACK DELA RUTA WIKILOC
 

© Victor Guerra

Balcones y vieiras en Sariego

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       Punto de Salida y Llegada:  La Vega (Sariego)

·         Puntos de Paso:

·         Longitud de la Ruta: 25 km.

·         Horario de la Ruta:  3 horas

·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso:   680 mts.

·         Participantes:  Luis Roza-Javier Paredes-Javier Riestra. Luz Fernández- Juan Piñera. José Ramón Cernuda- Jose Ramón Natal y Victor Guerra.


Sariego, es uno de esos concejos de pequeño formato pero que conforma en su seno una interesante oferta de recorridos, con balcones sobre su gran vega y unas vistas impresionantes sobre los concejos aledaños.


Nos concertamos en el centro de Vega de Sariego, al pie del Albergue de Peregrinos, ubicado en lo que era la vivienda del médico, y donde nos preparamos para una bella y tranquila ruta por el concejo saregano, que es una delicia pues todos sus caminos están señalizados lo que facilita mucho la labor de identificación de las trazas de las rutas.

 


Salimos de la Vega hacia el camino de Moral, yendo dirección Este donde nos desviamos hacia el Sureste por la Piñera hasta el antiguo palacio de Moral , que data del siglo XVII que lo mandara construir uno de los vástagos de la rancia nobleza astur los Vigil Quiñones, en concreto fue Bernabé de Vigil, llamado «el viejo» y Catalina de Estrada (1599), sobre la vieja casona de los Moral, junto con una capilla dedicada a otro ilustre peregrino como es San Roque, y en su fachada sureña muestra la huella blasonada de los Vigil Quiñones, compuesto por diveros "veros y torres almenadas".

 


Seguimos nuestra ruta cruzando  la carretera AS-267, dejando de lado la nueva iglesia de Santiago, para irnos  hacia el viejo templo dedicado al Santiago el Mayor  que tiene sus cimientos de época prerrománica, aunque lo hoy podemos contemplar, y ante lo cual nos fotografiamos, es muy posterior , siglo XV o XVI.

 Dejamos al Señor Santiagoque en pocos metros tiene dos templos, el nuevo de los años 70 del siglo XX, y que paradójicamente el actual Camino de Santiago el «oficial» no pasa por delante de ninguno de los edificios. Paradojas  de los Caminos.

 


Seguimos traza un poco más allá dobla a la derecha para entrar hacia El Rebollal dando un pequeño rodeo para salir de nuevo a la carretera SR-1 siguiendo por el ramal derecho, hacia otro desvío a esa mano, para visitar la iglesia del santo mudo que hablada, según el largo poema de Aurelio Prudencio. 


Hasta esta iglesia de  San Román,  venía el Camino de los Francos desde Nava, no entiendo mucho el porqué .. tal vez la importancia de los templos, y la riqueza de la vega sarageana , y tampoco tengo claro si ese camino venía por lo que hoy  ocupa la AS-357 como parece indicar la cartografía del IGN, o por el Camino de Verdera, aunque por Paraes y Viobes hay  varias ermitas que podían justificar esos pasos peregrinos.


Aunque no queda claro desde Nava ese giro al Norte, abandonando la dirección Oeste y por El Remediu y por la Secá ganar Pola Siero.

 


Cosas de los caminos y de los arrieros, tras los cuales venían los peregrinos. Aunque tal vez ese cruce no está tanto pensado para coger el Camino de las Estrellas, como seguir desde Nava rumbo a la costa, subiendo desde Nava a San Román y de ahi al Alto de la Campa  para bien por Valdediós o por Lluaria, sino se quería perder altura para ir a coger en Fumarea, la cordal de Baldornón y dejarse caer en la populosa Gigia. Puede ser una explicación.



Seguimos dando a los pedales para subir hasta la importante población de San Román en cuyo seno se toma el Camino de Verdera, carretil asfaltado que nos presenta los primeros repechos de la ruta hasta alcanzar un pequeño alto que a modo de balconada nos deja ver parte del concejo de Nava, pues entramos en sus predios para llegar en franca bajada en forma de tobogán hasta las casas de Salgues.


Aquí dejamos el rumbo Este tomado después de Moral, para subir directos al Norte por el Camino del Puerto, que nos atraganta a más de uno, pues no en vano sus rampas intermedias que rayan el 26% hacen bramar nuestros perniles.


Subida corta, de apenas 1,2 km, que nos sube hasta la Parea Taruco, con esas pendientes que nos ofrece bellas vistas sobre los Picos de Europa y la Cordillera Cantábrica, que pese al buen tiempo se halla engalana de blanco perenne.


Ya en la cordal del Puerto, la cual arranca en el Colla La Cruz, giramos al Oeste para seguir por el cumbral, ahora entrando en los predios villaviciosinos, y con buenos firmes, y con vistas a la aldea de Arbazal, y al valle de Valdediós, seguimos en bajada hacia el Alto La Campa, donde se continua al Oeste, habiendo tomado un tramito del Camino de Santiago.

Nos vamos por el camino  que deja los parajes jacobitas y se emplaza en subir por El Fiensón, siguiendo el PR.AS-197 . Cercanías del cielo. Estamos en la gran balconada sobre las tierras de ambos concejos


Se sigue hacia la bifurcación de Pico, siguiendo en subida por el ramal que nos lleva a la Campera de las Cruces, para perder altura y ganarla al poco, aunque se puede evitar siguiendo por el cumbral, hasta concluir en Llano de Cotorrasu desde donde sigue hacia los sugestivos nombres de Campo de la Morena y la Campa los Huesos ya en franco descenso hacia el Collado de Fumarea. 

El PR-AS – 197, que veníamos siguiendo en los Huesos se va por debajo del Cantu Naval hacia Barbechu.

 


La traza planteada llega a la altura de las canteras de la mítica Peña Careses  a través del poblamiento de la Rimá, para bajar al valle cruzando hacia el Sureste para visitar la Erta. de San Pedrín de la Cueva, o sea la conjunción de las costumbres paganas llevadas al huerto eclesial en sabia e interesada combinación. Visitamos ambos inputs, aunque la capilla esta muy modificada, y de data como muy antigua, la cueva tiene algunos belenes en su interior, y cuya caverna pasa de lado a lado una pequeña riega que viene de otras dos, como son las que bajan de Miares  y La Rimá para formar parte de un cauce más grande como el Río Seco.

 


De la citada cueva se sale al Este hacia el enclave de Aramanti, donde nos volvemos a encontrar con las marcas jacobeas, que van camino de San Salvador de Oviedo, cuna de las primera peregrinación, y cuyo transito nos mete hacia el curioso topónimo como es El Romeru, aquí nuestra ruta va hacia el núcleo de Les Escueles, donde los más atrevidos subimos hacia laiglesia de Narzana, 



Iglesia donde también dicen que estuvieron los famosos templarios, y que mi viejo amigo, hoy en el Oriente Eterno: Xavier Musquera nos explica el significado de los capiteles y canecillos , aunque Juan Uría Ríu, ya nos advirtió  acerca de todas estas adopciones templaristas que se e hacen sobre el patrimonio religioso asturianos  en su libro sobre Las Peregrinaciones  a Santiago.

 


Desde Narzana, donde tampoco sube el Camino Santiago, que por cierto parece ir obviando todo aquello que contenga una cierta tradición esotérica, desde aquí como digo, nuestra ruta baja al lugar de Barbechu para cruzar la A-64, por debajo, y también  de la SR-1, para irnos hacia el núcleo de La Vïa y por debajo del Monte Berruga doblar al Oeste por El Muriellu hacia La Espina, entrando así de nuevo en Sariego.

 


Una ruta fácil y sencilla sin complicación alguna, más allá de algún fuerte repecho.


© Victor Guerra

Caminos Peregrinos por Pola Siero, Nava y Sariego

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      Punto de Salida y Llegada:  Pola de Siero
·      Puntos de Paso: Leceñes-Lamuño-Nava-Viobes-Cesa-Verdera-San Román-La Vega-Aveno.
·         Longitud de la Ruta: 50 km.
·         Horario de la Ruta:  5 horas.
·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso:  1.358 mts.
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    Participantes:  Javier Paredes- Luis Roza- José Ramón Natal y Victor Guerra.

Pola de Siero es un buen enclave pues en dicha localidad convergen varias rutas como el Camino del Norte que viene de Villaviciosa, o el Camino de los Francos que viene por la depresión mesoterciaria desde Parres hacia Oviedo. También por estas tierras pasa el Camino de las Peregrinaciones que va a Covadonga.

La ruta que hemos de coger es la que sale de la ermita de Covadonga en Oviedo, y cuyo trazado pasa por el Pico Paranzas, para para cruzar hacia por la zona de Bendición y llegar a Valdesoto.


Punto en el cual nuestra ruta que parte de Pola Siero buscando las orillas del rio Nora, para doblar a la altura del Molino Nuevo hacia Santolaya de Vixil, subiendo por el PR.AS- 174 camino de Leceñes, todo ello por una ruta de camino y carretiles asfaltados que, a modo de laberinto, sorteando casas y propiedades, nos ayudan a subir hacia San Félix.

Desde aquí el camino busca el paso de Los Molinos para de esta manera entroncar con el GR 105 de Las Peregrinaciones a través de la carretera SI-6; la cual se deja tras rodar por ella unos metros para subir a la soleada aldea de Lamuño. De esta se sale en franca subida cruzando la AS-242, para entrar por un camino hormigonado que va dirección Este a ganar las aldeas de Puñide y Cerezales, donde de nuevo se abandona por unos minutos los firmes asfaltados.

Desde La Cabaña un poco más arriba de Cerezales, se gira a la izda., hacia el Este remontando hacia coronar el cumbral de la Llosona, dirección al enclave de La Cruz, pasaje nos da preciosas vistas, bien hacia el Norte subiendo a la zona del depósito de agua, o sobre la Sierra de Peña Mayor, o bien al Este con el Sueve y los picachos de Picos de Europa alzándose sobre los diversos dientes de sierra que conforman la orografía astur.

Una vez en el enclave de caminos de La Cruz, y sin poder saludar al compañero Orviz, nos vamos por la carretera de Campobaxera, la cual dejamos a los pocos metros de bajar por ella para entrar  en cuesta por el ramal que nos lleva hacia el Área Recreativa, donde reposamos unos minutos de la fatiga, entretanto observamos valles y cumbres,  y de cuyo escenario los influencer que tenemos rodando en BTT Asturias, pasan el rato ensayando sus nuevas aportaciones instagramer.


La ruta de Las Peregrinaciones, que en su día diseñó el club Rivayagüe,  ahora  nos enfila a lo largo de toda la Cordal de Nava, que nos  hace pasar por el Pico la Ará, la E-Bike que estreno en parte gracias a la ayuda de los compañeros de BTT Asturias, se comporta genial, el peso la aploma, y dado el cambio de diámetro de rueda y balón del neumático, las bajadas son muy francas y directas, ya sin hablar de la ayuda que aporta el motor eléctrico.



Seguimos por los badenes de la Llana de Santiago, para bordear el Cantu de les Vigres y el Pico de la Nuca, para alcanzar una zona abierta como la Casa l´Cordal, tomando la ruta el cariz de una bajada franca que nos deja después de un tramo ante la carretera de Nava-Bimenes, en el Alto del Espinadal, desde cuyo punto se entra a la villa y capital naveta pasando por debajo de Cezoso. Aquí se deja el trazado de Las Peregrinaciones que va hacia Les Praeres, (Peña Mayor).

En Nava sin más dilación, y  a la altura de la iglesia nos vamos por la carretera que sube por Castañeras en fuerte repecho para cruzar a El Ventorrillo que nos da acceso a la desviación de Horizón, y cuyo trazado el IGN, o sea el que va por la izquierda hacia las Casa de la Fuente y la Ermita de la Virgen del Carmen de Paraes, viene jalonado por conchas jacobeas, aunque en nuestra propuesta antes llegar al pueblo de Viobes, la ruta se va al Este.


Aquellos que ya tengan bastante con este trazado, pueden seguir carretera hacia el Cantu Altu y por Barberán arrimarse a El Campón para entrar hacia la iglesia de Santiago de Sariego, empalmando de este modo con el Camino del Norte.

 En nuestro caso, nos vamos al Este por un camino que se abre a la derecha y que busca por una sucesión de caminos por entre diversas praderías con trazados olvidados, el lugar del Barrial, por cuyo monte se busca una senda que nos lleva hasta el forcón de riegas de Bregón y Merendeli.


En este punto se sale por el prado hacia el fondo por donde se cruza la riega y por un tramo de senda coger la pista que viene de la carretera de Verdera a Nava. Ante un desvío después de dejar el tramo de la engatada de  El Barrial, nos vamos por el ramal derecho  para acometer un fuerte repecho tras el cual se vira a la derecha, lo que nos permite llegar sin problemas a la aldea de Cesa, donde se vira al Norte y tras andar unos metros por la AS-333,  se deja esta  para entrar en el viejo camino de Verdera  que sube pegado a la riega Canal para culminar la subida ante el poblamiento de Verdera.

En la aldea, de nuevo se empata con el asfalto, un poco más adelante se vira  al Oeste para llegar en claro descenso al núcleo de San Román, visitando  unos cientos de metros más abajo la vieja iglesia dedicada a Santiago el Mayor, por cierto, aquí en San Román, el IGN echa las marcas jacobeas que vienen de Nava, unas hacia La Vega, y otras siguen hacia el Alto La Campa... Lo cierto es resulta un tanto misterioso esta sucesión de marcas jacobeas en la planimetría del IGN una vez en Nava.


Una vez visitado el templo jacobeo, se gana el enclave de La Carcavá, donde el personal de la ruta se echa ya camino de Pola Siero por la AS-267 por la Secada pues las horas no pasan en balde y las distintas ocupaciones reclaman su presencia.

Por mi parte, me echo tras las huellas y marcas jacobeas del Camino del Norte que van hacia San Salvador de Oviedo, por tanto, en la Carcavá, sigo al Oeste, pero me voy por la carretera SR-1 a La Vega, la capital de Sariego, tras pasar por el famoso Pozu Salau, llego en un santiamén a dicha capital donde me recibe el albergue de peregrinos y la ermita de Ntra. Señora del Carmen.

Una birra en La Vega, y continúo ruta siguiendo tras las marcas jacobitas que van carretera adelante, aunque ya que voy en nueva la E-bike una Haibike Sduro HardNine 3,5 , esto me permite algún que otro capricho, pues eso me desvío tras el lavadero de Barbechu, hacia la altozana iglesia de Narzana,apretando ya el sistema eléctrico a tope, y tras ver con detenimiento la iglesia bajar de nuevo hasta la carretera SR-1 a la altura de Les Escueles.


En Les Escueles ya en tierras de Aramanti, y dejando de lado el concejo de Sariego, se sigue por la carretera rumbo Este, hasta llegar al enclave de El Castru, aquí la marcas jacobeas dejan la carretera general  para entrar en los predios más rurales que van hacia el núcleo de Aveno que se bordea por el Norte para pasar por delante de la fuente Sorrives  y descender  por el Camino de Puerto Rico y Sacramento, tramo entretenido, que me deja en la carretera SR-1 la cual se abandona un poco más allá  para entrar hacia el Picu Castiellu, pero sin subir al él y seguir a la vera del rio Secu, por un camino un tanto técnico, o sea piedras y barro en abundancia, que nos permiten con algo de técnica y porteo llegar hasta la recoleta capilla de Nuestra Señora de la Bienvenida de Vega de Poja y donde se dice hubo un monasterio medieval.


Se deja la capilla por un sendero que nos lleva a un camino amplio donde se gira  a la derecha  para cruzar la aldea de Curuxeo, se deja atrás  las cuatro casas  para volver a entrar a  la derecha y pasar  por el Rebollaín, cuya senda nos lleva hasta un enclave fluvial importante   como es el puente  Recuna, «su construcción es debida al maestro cántabro del S. XVI Juan de Cerecedo “El Mozo”, trabajó entorno a 1.568 y 1580 venido de una importante dinastía de tracistas siendo los más prestigiosos de la época.  Este relevante cantero también deja su sello en la construcción la Catedral de Oviedo. La obra de “El Mozo” está considerada dentro de la corriente gótica y el movimiento renacentista realizando importantes restauraciones de otros elementos patrimoniales: El Puente de Brañes, Puente de Olloniego, Puente Vieyu de Lugones y Puente El Gallegos».


Al cruzar dicho puente, este nos devuelve a trazados urbanizados, pues no en vano en poco tiempo se llega de nuevo a la SR-1 a la altura del Rayu, donde en su día se dio con profusión lafamosa cerámica del mismo nombre, hoy casi que totalmente desaparecida.
De esta manera se vuelve a entrar en Pola Siero tras una buena ruta.

·        TRACK DELA RUTA WIKILOC

© Victor Guerra

Balcones de Trubiecos

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       Punto de Salida y Llegada: Trubia
·         Puntos de Paso: San- Andrés-Santo Adrianos de Tuñon- Proaza-Linares-Perlavia-Berejual-Villarín
·         Longitud de la Ruta:  40 km.
·         Horario de la Ruta:  4, 30 horas
Desnivel acumulado de ascenso y descenso:    1.054mts.

·         Participantes:  José Ramón Natal- Luz Fernández-Toño Cuervo-Luis Roza-Javier Riestra- Juan Piñera-Sandra y Victor Guerra



Ya habíamos probado a rodar por la zona con los llamados «mayorinos» de Asturcón BTT, realizando la ruta a la inversa de como hoy la acometemos, y tanta fue su dureza que en la cascada de Guanga nos fuimos valle abajo, en busca de sosiego y buen yantar, aunque la ruta no por ello dejó de darnos buenos momentos que más de alguna cámara recogió y la cual pese a la dureza del principio la gozamos, aunque  unos más que otros..


Esto fue de jueves, y para la ruta del sábado se decidió volver a la zona para rodar esa misma ruta pero con una notable diferencia, hacerla en sentido inverso, tomando Trubia como lugar de comienzo yendo rumbo a al Sur, hacia Proaza y desde allí poder ir cerrando el bucle de vuelta a Trubia.


Pero como siempre antes es menester avituallarse, y eso hicimos tomando unos cafés y pasteles en el único sitio abierto a las 8.30 de la mañana en Trubia, y que tuviera algo para llenar el estómago,  y eso lo hicimos en la  Confitería el Vasco, degustando sus buenos pinchos y pasteles.


Cumplidos los trámites del preludio biker de todos los sábados, nos ponemos en posición de revista para empezar a rodar durante unos buenos kilómetros, y lo haremos por lo que fue el proyecto de recuperación de la famosa vía del tren minero de los Valles del Trubia, que luego tras años de su desmantelamiento serviría para usos senderistas y ciclistas y quedaría bautizada y conocida como la Senda del Oso


Proyecto que pusimos sobre el tapete de la  dinamización territorial asturiana, allá en el año 1987. Un proyecto personal que puse encima la de mesa de las instituciones regionales asturianas, para relanzar la zona y recuperar esta vieja plataforma que estaba abandonada  y dedicarla a usos turísticos deportivos. En este enlace cuento con detalle su desarrollo.

Si bien era un proyecto que empezaba en Santo Adriano de Tuñón, pues las instituciones ovetenses, digamos que pasaban de este novedoso proyecto, ello nos obligó durante años a rodar por la carretera general para llegar a lo que era la cabecera de la Senda, que no era otra que Santo Adriano, más adelante Oviedo se sumaría al proyecto, para lo cual no hizo falta nada que una serie de adecuaciones y par de puentes, quedando la famosa Senda del Oso conectada con la capital ovetense.


Esta obra de recuperación de una plataforma ferroviaria es lo que nos permite hoy realizar nuestra ruta y subir a la balconada trubieca de forma sencilla, pues desde el mismo lugar de Trubia y teniendo como referencia la fábrica de armas de Trubia, en cuyo seno se albergó una logia masónica allá por el último tercio del siglo XIX, a la cual he dedicado un tiempo a investigar, aunque los archivos de la Fábrica han estado cerrados para su consulta, y no deja de ser paradójico la poca querencia de las instituciones fabriles por su propia historia, pues si uno ve como estan los archivos de esa vieja fábrica, se puede caer de culo. Así es como se entiende la defensa de nuestro patrimonio.



Partimos pues de la puerta de la fábrica de armas de Trubia, para rodar de forma tranquila por los primeros predios de la Senda del Oso camino de San Andrés, este primer tramo ya en aquella década de los años 80, en que había desaparecido el tren, quedaba la plataforma medio articulada a modo de zonas de comunicación entre pueblos y fincas, pero en San Andrés se cortaba la continuidad.

Después de este pueblo y una vez se sumó al proyecto Oviedo, la cosa cambió, pues no había puente sobre la carretera ni sobre el río Trubia, por lo cual quedaban zonas muy poco accesibles, esa llegada trajo los puentes sobre la carretera y el río Trubia, pudiendo salvar a estrechez de Peña Escalera y las Garradas por medio de un paseo fluvial cómodo que además se mantuvo bastante intacto y que hoy en pocos minutos nos permite llegar a Santo Adriano de Tuñón.

Punto que fue importante para la Senda del Oso, ya que fue la cabecera en la articulación de la Senda del Oso, de ahí que se pusiera el centro de Recepción dónde hoy se encuentra la sede de una empresa de Turismo Activo, quedando la Senda sin Centro de Recepción, como tal.


Desde este punto el valle se abre y nos deja una rodadura límpida que pasa de un lado al otro del valle, enhebrando el río Trubia hasta desembocar en la aldea de Villanueva, con su impresionante lavadero y su enorme puente ojival, siempre me han llamado la atención la altura de estos puentes.

De Villanueva a Proaza, la Senda del Oso, tuvo una interesante articulación, ya que en este tramo no solo se pusieron los primeros negocios de bicicletas, sino que se contó con la dinamización que supuso en primer lugar el cercado o sea para Paca y Tola, y el gran área de Bullera, esta zona siempre ha tenido mucha baraka.


Al llegar a Proaza nuestra ruta por la Senda del Oso concluye con casi 15 km, y con la misma la abandonamos para salir a la carretera AS-228 con dirección a Teverga, aunque unos metros más allá de Proaza se toma la desviación que sube a la derecha hacia los altozanos pueblos de Sograndio y Linares. O sea, unos 7 km de subida ininterrumpida, que ponen a prueba nuestras capacidades de adaptación de los firmes de tierra a rodar en subida constante 7 km de asfalto, antes habremos dejado atrás el desvío al pueblo de Bandujo, por el cual tantas veces hemos pasado.


Una vez en Linares, ello supone que nos hemos colocado en la sierra cumbral que da vista  tanto a la vertiente moscona como a la trubieca. Una vez queda atrás el pueblo se deja la carretera que va hacia Castañeo del Monte, para girar a la izquierda por un camino que busca la divisoria de aguas, bordeando primeramente el pico Grandamiana, yendo camino del Pico Meadoriu, se pierde el camino entre fincas. Una portilla nos cierra el paso, y  la solución es ir por la pista de la izquierda que baja para luego  subir hacia la Gargantiella para reencontrar el camino dejado.

Por nuestra parte cruzamos siguiendo la vieja traza para ver su estado, lo que nos obliga a saltar prados y un par de alambradas. Al otro lado de tramo semi perdido de camino, este vuelve a retomar su traza original yendo cumbral adelante rumbo Norte por el cumbral, cuya línea se rompe en La Corredoria con 27 km recorridos.


Aquí se quiebra el pequeño cumbral, por cuyo motivo la ruta se va a la derecha hacia la Peña Castiello para de este modo poder visitar la famosa cascada de Guanga o Buanga, que digamos que nos está muy pletórica en cuenta al caudal de agua, pero cumple su función.

Hasta aquí nos había traído Javier Gómez, el jueves anterior a los «mayorinos de Asturcón BTT«pero realizando la ruta al revés, o sea viniendo de Trubia y subiendo a la cordal al Alto del Sanatorio  lo cual se hizo duro, afrontar de buenas a primeras los fuerte repechos existentes, y cuya ruta se abandonó tomando la bajada trialera hacia San Andrés.  Dejo constancia de esta primera visita.

Lo mismo sucede con la segunda vez que visito estas famosas cascadas que no conocía y que ahora en apenas unos días he visitado dos veces.


Desde el enclave de Guanga/ Buanga se retoma el camino que va a cubierto por la ladera boscosa hacia la aldea de Perlavia, que se encuentra en un rellano del terreno y agrupada en un compacto poblamiento nacido bajo la mirada de la ermita de San Antonio. Aquí se conecta de nuevo con el asfalto, AS-313 que va Sama de Grao, pero se baja hacia la vertiente trubieca  y se rueda  como un 1, 6 km.,  aproximadamente hasta el lugar de Berujal, pudiendo ver Trubia al fondo del valle.



Se deja en Berujal el eje asfaltado que va por encima del reguero Rebeco, para tomar la carretera OV-2 que nos sube hacia a la aldea de Canales, aunque en nuestro caso nos desviamos un poco antes, también se puede llegar a la aldea, y luego salir desde ella, la dirección que termina tomando el camino dirección Norte, y de nuevo subidos a la balconada trubieca, por tramos de senda estrecha vamos camino del Pico Lovio y por la Granda, poder ganar el Alto del Sanatorio, con tramos de grandes charcales de agua, hasta desembocar en el lugar de Las Cruces, cuyo conjunto de dos o tres casas,  y donde se sitúan las viejas instalaciones del Sanatorio Obrero y que no vimos, aunque tampoco buscamos.


Se cruza el Monte de las Cruces adelante encabalgado en la divisoria de aguas y de concejos y al llegar  a las casas de Las Cruces se sale de frente por un camino que sube de nuevo al cumbral para dejar esta como a los 36, 7 km.,

En un momento dado  la ruta se echa ladera abajo hacia el valle trubieco, y lo hace mediante un bajada de muy alta pendiente, ante la cual hay que tener cuidado, dado que el camino está sembrado de palos de ocalito, los cuales nos pueden organizar una liada en el cambio trasero, o en las ruedas, y con esa pendiente es difícil descabalgar de la trotona


Se afronta la corta bajada de apenas 2 km., que nos pone en el entorno con las casas de Villarín por cuyo poblamiento rodamos unos minutos enhebrando casas y casonas como el palacio de los González-Fontayo o Menéndez, para desde ahí dejarnos caer definitivamente en Trubia y concluir la ruta.



© Victor Guerra

Por las Veredas de San Salvador del Occidente Astur

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  • ·   Punto de Salida y Llegada: La Caridad
  • ·         Puntos de Paso:  Valdepares-Porcía-Hospital-Brul-Tol-Becharro- Castropol- Figueras- Ribadeo-Tapia de Casariego-Salave
  • ·         Longitud de la Ruta: 57 km.
  • ·         Horario de la Ruta: 4 horas
  • ·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso:  653 mts.
  • ·     Participantes: Javier Dolado, Javier Paredes, Javier Riestra; Luis Roza y Victor Guerra

Aunque ya habíamos rodado por estas sendas y caminos peregrinos, volver de nuevo a ellos pero con el sentido de estar siguiendo las Veredas de San Salvador, eso supone un aliciente, y un motivo ideal para volver a transitar por los Caminos Peregrinos del Occidente de Asturias.


El punto de partida, como casi siempre es la villa de La Caridad, desde la cual nos iremos dirección Oeste, siguiendo las marcas jacobitas que van hacia Santiago, por tanto, se sale por la carretera general que cruza el pueblo, para irnos tras dejar atrás la oficina de turismo hacia el molino de Mingollín, cruzando la riega Salgueiros, ojo al perro de la finca colindante a la riega, puede daros un buen susto pues a veces sale de la finca.


El sendero una vez cruzada la riega y tras unas revueltas y repechos, estos nos devuelven al entronque con la carretera a la que salimos a la altura de los Morcegos, o sea que, sino queréis hacer estas maniobras de arranque con repechos y perros, pues desde el mismo pueblo se sigue por la carretera apenas 1,4 km. estaremos en Morcegos, y esa variante la haremos a la vuelta.


Ya en Morcegos se sigue un poco al Oeste para cruzar a la izquierda con cuidado la Na. 634, para rodar por carretera local hacia Valdepares, se toca unos metros la Nª de nuevo, para entrar por Molle hacia El Viso.  Aquí la ruta hace unos extraños quiebros para entrar al puente de Porcía por la vera del rio, tramo este de camino y senda en descenso hasta concluir ante el citado puente, pasando ante la Erta. de los Remedios.


El puente de Porcía  con su potente porte  nos da paso o bien a los repechos que sube directamente al pueblo de Porcía  y el Outeiro, o bien entrando al pie del puente a la derecha para acercarnos a la playa de y seguir las huellas del GR-E9  que nos lleva a la zona de bifurcación a Hospital, donde los caminos   se bifurcan, el nuestro se va al Suroeste cruzando la Nª 634 y entrando en el ramal que por Bardascon y el Campón  va camino del Kartódromo de Tapia, en cuyo entorno se cruza la Autovía del Cantábrico, para entrar seguir por caminos por el Banzado, cruzando la riega de Orjales en medio de un denso pinar, y en cuyo punto encontramos un buen puente romano que nos da idea de lo pasos camineros de esta zona.


Vamos paralelos a la carretera de Tol, que llevamos a la izda., y a la derecha A-8, que nos vemos, pues están un poco alejadas. Nuestro destino hacia el Oeste, camino de la aldea de  Brul, ya por tramos asfaltados hasta llegar  a Tol y a su moderna iglesia dedicada a San Salvador, de sus viejos orígenes apenas nos queda nada, y lo mismo ha pasado con su huella en la caminería salvadoreña, se ha perdido casi toda memoria.

Hoy San Salvador de Tol, es un lugar en ninguna parte, y  a pesar del camino directo hacia Castropol y Vegadeo, y al estar su albergue cerrado, pues ha quedado como eso como un lugar aislado y sin vida peregrina. No sé cuantos peregrinos harán el camino de Tol.

En Tol hubo en los tiempos de Ramiro II un monasterio consta desde el 926, que debió ser de corte familiar, a juzgar por su donación  en el año 1057a la iglesia de Oviedo por Doña Gontrodo Gundemariz que lo había recibido de su madre Doña Mumadona el viejo monasterio de San Salvador de Tol o de Taule junto con otros que estaba cerca de la iglesia de San Tirso.


Durante un pleito entre el Obispo ovetense y el Conde Vela Oviéquez, sale a relucir San Salvador de Tol, que tuvo por mediador a Alfonso VI, presente en Oviedo para presidir la apertura del Arca Santa. El rey nombró cuatro jueces, entre ellos un caballero tan emblemático como Rodrigo Díaz de Vivar, “El Cid”. La Mitra ganó el litigio.

 El recuerdo del monasterio, donde muy probablemente eran atendidos y hospedados los peregrinos, quedó en el lugar denominado El Convento y en imágenes muy antiguas que hubo en la sacristía de la parroquia, se ve a este con torre rematada por bulbo y pináculo.


Pero todo ello, no es otra cosa que recuerdos, pues nada hoy es perceptible.

En Tol el camino jacobeo se vuelve muy urbano yendo por la AS-32 hacia Serantes y conectando en Villamil con el Camino jacobeo que viene por Tapia de Casariego, pero nuestra ruta deja esta opción para irse hacia Castropol, por tanto viramos al Sur hacia Villasivil y Bouza donde se vira al Oeste yendo por Las Campas  para de este modo acercarnos al pueblo de Becharro,  teniendo que cruzar el arroyo de Fornelo con la intención  entrar a Castropol, por el sendero marítimo que se coge en El Esquilo,  el cual se desarrolla al par de las rompientes aguas cantábricas hasta llegar a Castropol, en cuyas cercanías tenemos que pasar por una sucesión de escaleras. Cuidado con ellas.


Se llega por esa vía pareja a la carretera Nª 634, aCastropol, donde en su día hubo otro hospital de peregrinos que funcionó hasta los primeros años del siglo XIX, cuya puerta lateral es conocida aún hoy como Puerta de los Franceses y que fue fundado en el siglo XVI, y cuyo solar es ocupado hoy por la iglesia parroquial.


Damos una vuelta rápida a la villa, y nos topamos con la extraña capilla de Nuestra Señora del Campo, la cual «se salvó del incendio que arrasó la villa en el año 1587.  Fue reconstruida a lo largo del s. XVIII. Capilla dedicada a Santa María y construida según su lápida fundacional en 1461. Presenta planta rectangular con nave única, en su fachada cabe destacar la puerta de medio punto con tres mascarones y una lápida fundacional, y sobre esta, un único óculo de tamaño muy reducido al igual que la pequeña espadaña que corona la edificación».


Tras la visita, salimos del pueblo hacia la carretera Nº 640 en dirección a  Barres, pero nuestra ruta se desvía en Linera, para entrar en el sendero marítimo que nos lleva a Figueras, pero pasando antes por delante de la ensenada de Linea, para de este modo poder ver los restos romanos del molino de mareas, dejando de lado el Palacio de Dolebún. Una pena.


En Figueras dejamos también de lado el puerto, para irnos ya directamente al largo puente de Los Santos que presenta un fácil acceso a la villa ribadense.


Antes los peregrinos, lo más ricos cruzaban en lanchones la ría del Eo, nosotros ahora la cruzamos a buena altura y con bonitas perspectivas marítimas y hacia la montaña. Es bonito el contraste de los pueblos como Figueras, Castropol y Ribadeo, si esto en vez de estar donde está, estuviera en Francia o Alemania, sería un triángulo para admirar y visitar andando en bici, en barco, etc.


Ya en tierras gallegas, , nos vamos a probar el pulpo, eso en Asturias parece casi que imposible, es otra de las paradojas… y lo de probar el pulpo lo hacemos en un lugar nuevo donde las bicis están genial y nosotros también, desde luego no es el Villaronta, o sea que nos fuimos a Mar de Rinlo.

Ahora toca levantar anclas y regresar y si bien para venir a Ribadeo lo hicimos por el Camino de Tol, ahora el regreso lo haremos por el camino de Tapia de Casariego, por lo cual regresamos sobre nuestros pasos por el Puente de Los Santos para tomando desde el propio Ribadeo rumbo al Este, dejando el sendero costero del E9 un poco de lado y yendo directamente hacia Villadún y la playa de Penarronda. Es curioso cómo cambian las distancias de hacerlo andando o en bici.


Desde la impresionante playa de Penarronda (monumento Natural) el camino se hace quebrado, presentando el trazado algún que otro repecho como el que nos permite ganar la aldea de Santa Gadea, para girar sobre las cercanías la casona de los Villamil, hoy convertida en Residencia de Tercera Edad, más abajo el Palacio Lindoy del siglo,  que como dice Xurde Morán, ya vió tiempos mejores. Vemos al paso el conjunto molinero y lavadero y seguimos las marcas del GR-E9 que por asfalto nos llevan a su vez siguiendo las marcas jacobeas hacia Calambre para desembocar por La Xunqueira en Tapia de Casariego.


Se cruza todo Tapia para salir por la zona de las ensenadas, pasando por delante del albergue de peregrinos, desde donde se continúa por asfalto siguiendo las marcas jacobeas hacia Folgueras, en algunos puntos el GR 9 se desmarca y se va por la costa, pero por no alarga la ruta, eso está bien para cuando los días son más largos, seguimos las marcas jacobeas en sentido inverso que se  van al Calvario de Campos, que es por donde vendría el GR tras visitar las puntas marítimas de Furada, Arenal, Pescazón.


En este punto los caminos, tanto el Tol como el de Tapia convergen, pro por unos minutos no vamos por el GR   para pasar por encima de La Barrosas y poder visitar el pedregal-playa de Porcía antes de retomar el camino traído desde La Caridad hasta aquí.


En suma, estamos ante una etapa muy llana con predominio del asfalto sino uno deja el camino jacobeo de Tapia y opta por las vueltas y revueltas del GR 9 pues vera la costa y las embravecidas aguas de la mar cantábrica. Eso como dice el dicho: A gusto del consumidor.


© Victor Guerra

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